lunes, 29 de diciembre de 2014

Nostalgia

Hoy me he levantado asi, no sé como, creo que las navidades propician ese estado de ánimo tristón y melancólico. La oscuridad del invierno, el frio, hace que pensemos demasiado, o al menos, a mi me pasa.
Recuerdo con añoranza como empezó todo, como la aventura de ser madre me llegó por casualidad, aunque casualidad concienciada, y recuerdo aquel positivo veloz, como el rayo, aquel "embarazada 3+" que se dibujó en milesimas de segundo en el clear blue, hace más de tres años. Cuanto camino recorrido desde entonces, cuantas compañeras conocidas en el mundo 2.0, cuantos sueños, cuantas ilusiones, cuantos miedos...
Será que se acaba el año y estoy haciendo balance de todo. Hay que ver lo mucho que te cambia la maternidad, parece que no sea capaz de mirar más allá de aquel positivo, parece que no haya vida anterior al "embarazada 3+", y si la hay apenas logro recordarla.
Creo que 2015 será un año excelente, muy muy bueno, tengo total certeza de ello, por lo primero va a ser el año de los cambios, me mudo a mi pueblo natal, al de mi madre, a primeros de marzo, estreno piso nuevo y vida nueva. Además, nos hemos deshecho de alguna losa que pesaba ya demasiado en nuestras espaldas, un coche de mi marido, y nuestro piso, el actual, que ya tiene un novio que quiere comprarlo. Espero no equivocarme y haber acertado en todo.
Para vosotros, lector@s del blog, os deseo lo mejor para 2015, que consigais vuestros sueños, que deshecheis todo lo que os impide avanzar, que vayais para adelante, siempre, aunque a veces mirar atrás, os produzca cierta nostalgia.
¡¡FELIZ 2015 A TODOS!!

lunes, 22 de diciembre de 2014

Felicidades mi amor

Recuerdo un sueño bonito,
pero algo mejor me hizo cambiar la cama por el sofá,
las contracciones al fin tenian ritmo.
22 de diciembre, 6:45h,
el dia esperado habia llegado ya....

En la tele preparaban los bombos de la loteria,
los hombres de la casa dormian,
el invierno despertaba al otro lado del cristal.
En mi mente la imaginación de como serias,
en mi vientre empezaba nuestra danza particular.

Y bailamos juntas en el salón,
nuestro último baile siendo una,
queriendo ser dos.

Sobre las 8 llegamos al hospital,
recuerdo con cariño aquella frase,
que todo lo cambió de rumbo:
"No quiero la epidural"

Y el dolor vino a quedarse conmigo.
Y lloré, y me arrepentí. Solo tu corazón en aquel monitor apaciguaba mis manos,
que apretaban sábanas, que daban puñetazos.

Dolor intenso, devastador, demoledor.
Por mi garganta escapaban quejidos,
(lamentos de animal herido).
Y me hacía pequeña por momentos,
y me convertias en grande después.
Se acercaba la hora del almuerzo
y a la matrona se le heló el café.

Fuerzas de siglos empujaban conmigo,
y en el último pujo tu cuerpo:
caliente, diminuto, resbaladizo.

Llegaste veloz, apasionada, fugaz,
como un flechazo arrollador,
como un beso de portal.

Y vencí al dolor, y encontré la paz,
ya tu calor me arropaba,
me senti el animal más poderoso del mundo,
y me impregné de tu olor a vida, recién estrenada.

De todo esto ha pasado un año,
365 dias de cambios, de superación,
Un año en el que aún no sabemos
quien fue la que dio luz, y quien la que la recibió.

Felicidades mi amor.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Diciembre sin embarazo

Aunque parezca increible, este es el primer diciembre que no estoy embarazada, después de 3 años seguidos estándolo. Y a pesar de mi anterior entrada, siento nostalgia de esos momentos de frio acariciando mi tripa, de esa sensación fantástica del embarazo...y aunque para nada me apetezca estar embarazada, siento que este es un diciembre extraño.

Será que me doy cuenta de que sí es el fin de una etapa, de que esta vez todo es nuevo desde que soy madre...que el tiempo ha pasado, muy muy rápido...y ya estoy en una nueva etapa.

En fin, solo queria comentar, a modo de curiosidad, que este diciembre, desde diciembre de 2010, no estoy embarazada. (O eso espero XD)

domingo, 2 de noviembre de 2014

Tres son multitud

Hace una año hubiera escrito este mismo titulo con dos interrogaciones. Hace dos lo hubiera hecho con un "NO" delante de "son". Pero hoy lo escribo asi, tal cual, porque mi mente y mi cuerpo, ambos se han dado cuenta de que tener tres hijos es "demasie".

Pensaba que al menos una cosa la tenia clara en esta vida, y era tener 3 hijos, pensaba y soñaba y decia, pero ya se sabe que "donde dije digo, digo Diego". Y es que despues de pasar esta semana (del terror, y no por Halloween), despues de deambular de una cama a otra por las noches, después de darle golpes a la puerta del maletero aún sabiendo que no cerraria, después de notar que la espalda hacia "crack" tras subir la compra, los niños y el gemelar a casa. Despúes de todo esto y más, se me plantea la duda de "¿qué necesidad tengo yo de complicarme la vida un poco más?"

Será que me he saturado demasiado, será que no es todo tan bonito, serà que una no sabe de lo que habla, hasta que lo vive en sus carnes. Si, debe de ser eso.

Si tras nacer Sergio, me volvi loca de ganas por repetir maternidad, tras Lia me he vuelto loca por cerrar el chiringuito, por zanjar una etapa, por tirar a la basura los sujetadores d lactancia. Tras dos niños la cosa cambia, y el tercer hijo lo veo como una nebulosa,difuminada, borrosa, una burbuja que se eleva y eleva y que se va alejando de mi cabeza, cada vez más.

martes, 28 de octubre de 2014

La concilición, los horarios y la mala leche

Se me esta agriando el caracter. Sabia q volver a trabajar a tiempo completo no iba a sentarme nada bien, porque eso de salir de casa con tu hijo enrollado en una manta, en brazos, con la bolsa del taper, de la guarde, y las llaves del coche en la boca, a una le amarga la existencia irremediablemente.

Porque conciliar con dos niños muy pequeños, mientras tu marido se gana la vida a la otra punta de España, y tú sobrevives como buenamente puedes, deseando que los dias pasen y pasen y pasen, no puede ser bueno para la salud mental de nadie.

Porque me da que un dia voy a reventar, y mira que me aguanto, me aguanto de decirle a más de uno las cosas muy claras, pero claro no es plan de enfrentarme con la mano que me da de comer, aunque a veces muy gustosa le pegaria un buen bocado.

Y es que me siento al filo del precipicio, al borde del abismo y me da la sensación de que hay muchas manos deseando darme el empujoncito para que me caiga.

Lo siento, necesitaba desahogarme y acabo de escupir todo esto porque me parece una mierda el rollo de la conciliación, me parece una pantomima para pintar de colores lo más negro de la sociedad. Porque me siento vendida y desamparada ante un misero "tú te lo has buscado". Sí señores, yo me he buscado esto, pero que nadie intente restregarme por el fango.

Que nadie lo intente, porque saco mis uñas de gata.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Lo que duelen los hijos

Hace tiempo que no escribo, el verano me ha hecho desconectar de mi faceta mas maternal y mi mente ya abarca muchas más cosas. Pero eso no significa que no haya sentido la necesidad de escribir, de contar cosas que me han pasado o he sentido. Lástima no poder plasmarlo todo en una entrada, no poder escribir telepáticamente.

Hace unas semanas, por la mañana, me encontré con una madre con la que habia coincidido en el hospital ( Lia estuvo ingresada cuando tenia 14 dias). Ella no me vio,yo pasé con el coche y vi que iba de la mano de su hija mayor, pero su pequeña, que se lleva dias con Lia no estaba, no habia cochecito, y me quedé parada..nació con sindrome de Edwars, y graves complicaciones y mi mente no dejaba de hacerse preguntas..estaria ingresada? Estaria en casa? Le habria pasado algo? Me quedé toda la mañana pensativa y triste.

Hace unos dias, la profesora de la guarde de Sergio, despues de una reunion rutinaria anunció que dejaba la guarderia. Tras pasar por 3 abortos, al fin llevó a término su embarazo,no sin estar la mayor parte en reposo, yde tener una cesarea complicada. Las secuelas han sido importantes, su útero 4 meses después del nacimiento de su hijo, no ha vuelto a su sitio, y le ha salido una hernia en el ombligo. 20 años después de empezar como profesora, y de imaginarse trabajando con su hijo, en lo que más le gusta, se va porque no le queda otra que descansar y cuidarse, tras haber sufrido y pasado mucho.

La semana pasada una amiga me contaba que una chica, despues de varios intentos, problemas de fertilidad y mucho camino recorrido, habia perdido a su hija, estando a punto de salir de cuentas. No puedo, no consigo imaginar el dolor, la rabia,la impotencia que debe sentir.

Y es que todos estos hechos no dejan de recordarme lo vulnerables que somos cuando tenemos hijos, la delgada linea que separa la felicidad de la tristeza, el gozo del sufrimiento. Porque cuando deseamos tener un hijo,cuando planeamos un embarazo, cuando vemos el positivo, no somos conscientes de que nuestra vida, nuestro corazón, nuestra alma, ya ha cambiado, PARA SIEMPRE.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Semana mundial de la lactancia materna

Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y creo que esta foto lo dice todo.
Si no hubiese sido por estos momentos de ternura, de complicidad, por estas miradas entrelazadas, el tandem me hubiese vuelto completamente loca.
Como dice Carlos Gonzalez en su libro, Un regalo para toda la vida, la lactancia es ese proceso en el que no se sabe bien quien es el que recibe, y quien es el que da.

martes, 22 de julio de 2014

Mi postparto infinito {III}: ¿Dónde esta mi pelo?

En el embarazo tenia la piel genial, exceptuando el primer trimestre que se me llenó la cara de granos, mi piel lucia perfecta. Ni una arruga, ni una mancha, una mirada brillante, una tez especial, me sentia y me veia radiante.
Dicen que la hormona del embarazo es la misma que la de la belleza, no sé que tendrá de cierto y que de leyenda, pero bajo mi punto de vista, no puedo estar más de acuerdo. Todo lo espectacular que lucia mi piel en el embarazo, se convirtió en vuelta a la realidad, tras el parto.
Pero no solo la piel se ha transformado en lo que es ahora, tez apagada, arrugas, cansancio...sino que mi pelo..¿mi pelo? ¿dónde esta mi pelo?
Os dejo las fotos de mis entradas, donde se aprecian los pelitos cortos que estan saliendo después de la caida precipitada de mechones y mechones de pelo. No sé si la lactancia en tandem habrá acelerado el proceso, pero cuando mi madre me dijó, de sopetón "Dios, te vas a quedar calva!!!" Empezó a recorrerme un sudor frio por el cuerpo.
Y es que no voy a negar que el tema me tiene algo preocupada, porque no solo no tengo tiempo para cuidarme como deberia, sino que lo que esta en mi mano se me olvida por completo, como tomarme las vitaminas, que por mucho que las ponga encima de la mesa, en el bolso, o me apunte "vitaminas" en la mano, siempre se me acaba olvidando.
Espero que como todo, sea algo pasajero, y que desaparezcan los clareos de un vez.

jueves, 3 de julio de 2014

Mi postparto infinito {II}: El baby blues

Lia nació el 22 de diciembre, acababa de entrar el invierno, las noches cada vez más largas, los dias cada vez más cortos. Mi mundo transcurria entre dormir, sentarme a dar el pecho, comer, sentarme a dar el pecho, bañarlos,volver a dormir. Apenas salía de casa, hacia frio, estaba cansada. A todo eso se sumaron los celos tremendos que cogió mi hijo, la demanda de pecho que tenia (y tiene), las veces que se despertaba por la noche, (al contrario que su hermana que dormia de tirón).

Recuerdo esos dias como una nube negra, fuera a donde fuera la nube iba conmigo, siempre encima de mi cabeza, fue duro, muy duro.

A los 14 dias de vida, Lia fue ingresada en la UCI neonatal, recuerdo los cables, el oxigeno, las vias, recuerdo una sala llena de pediatras, y como una de ellas la animaba a respirar. Me sentí la peor madre del mundo. Mi hija estaba realmemte grave, con solo 14 dias de vida, ¿que coño habia hecho mal?.

Sentí que la perdía, que su vida dependia de un hilo, que el fantasma del aborto volvia, que despues de conseguir llevar a término su embarazo, todo se venia abajo, estando ya fuera de la tripa.

8 dias despues le dieron el alta. Gracias a dios todo quedó en un gran susto. Mi tristeza seguia, mi inseguridad, mi sentimiento de culpa, de estar haciendolo todo mal.

Han sido meses dificiles, a la vez que bonitos, he estado (y estoy) muy metida en este papel de mamá de dos...y siento que la cabeza no me da para más. A veces rio, soy feliz de haber llegado donde estoy ahora, pero a veces se apodera de mi esa sensación de " Dios mio, ¿ dónde me he metido?",aunque supongo que nos pasará a todas.

Menos mal que el invierno dura solo 3 meses, y que después llegó la primavera. Parece que ahora, en verano, todo se ve de otro color, aunque en ocasiones me da por llorar, por sentir tristeza, añoranza, como cuando siento que "todo se desmorona". Siento que mi cuerpo todavía es un baile de hormonas, y que el proceso de vuelta a la " normalidad" esta siendo lento, más de lo esperado, más de lo deseado..en ocasiones se me hace infinito.

jueves, 12 de junio de 2014

Y de repente todo se desmorona

Un dia te levantas y te das cuenta que el pie izquierdo quiere ir hacia un lado y el derecho hacia otro.
Una mañana miras a través del cristal de la oficina, y ves a la gente pasar, con sus compras, sus bolsos, sus móviles y sus prisas, y a la una te percatas de que se te ha olvidado almorzar.
Una tarde sales a que te de el aire, empujando a tus dos peques con el coche gemelar, sintiendote feliz, libre y liberada,  y de repente una lágrima te sorprende acariciando tu mejilla.
Una noche, después de los gritos, después de los llantos, al inicio del sueño, te quedas mirando al techo, en el silencio de la oscuridad y descubres que si, que pensabas que podias con todo, que todo marchaba bien, pero en realidad el mundo se ha venido abajo, sin saber bien como, todo se ha desmoronado.

martes, 3 de junio de 2014

¡Teta para todos!

Como si de una barra libre se tratase, mis tetas tienen el cartel de "open" colgado todo el dia.

Desde que nació Lia, la lactancia en tandem se me esta haciendo dura. Sergio cogió muchos celos de su hermana y me pedia teta a toda hora, minuto y segundo...era desquiciante, me daban ganas de tirarme por la ventana, o de apartarlo de un empujón, me sentía un par de tetas andantes, mi identidad se habia deshecho, "yo" ya no existia.

Más tarde descubrí, que el rechazo que sentia hacia mi hijo con el pecho, las ganas de esconderme cada vez que lo veia venir, el monstruo que nacia de mis entrañas tenia nombre, agitación del amamantamiento, y la estaba sintiendo a lo bestia.

La naturaleza, el animal que llevaba dentro me pedia destetar a mi hijo mayor, para atender al bebe, mas indefenso y mas necesitado de mi leche. Fueron meses dificiles, a los que se sumó el mal tiempo y por tanto estar en casa encerrada dia si dia también.

Intenté explicarle que su hermana no tenia dientes, que la mamá tenia pupa, que él era mayor, contaba hasta 10, y al final soltaba la teta o pedia menos, pero al rato otra vez. Su succión me daba tiricia, escalofrios, me provocaba rechazo...y cuando pensaba que ya no podria soportarlo mas, esa sensación fue a menos.

Sé que sigo teniendo agitación, pero en mucha menor medida, me las apaño mejor y todo es más llevadero, incluso hay momentos únicos, momentos en que la complicidad entre hermanos me deja sorprendida.

Hace unos dias, los dos mamando, Lia se soltó del pecho y miró a su hermano, éste se rió pícaramente, y ella le siguió, con una risa contagiosa que acabó pegandome a mi también. Y mientras reiamos y nos mirabamos los tres, comprendí que todo lo recorrido habia valido la pena, todo por ese momento, inolvidable, momento capaz de curarlo todo. Y sentí que podia ser feliz en tandem, que habia teta para todos.

jueves, 22 de mayo de 2014

Mi postparto infinito {parte I}

Han pasado 5 meses desde que nació mi hija, y aunque ha pasado ya bastante tiempo parece que mi cuerpo se ha estancado.
Con Sergio la recuperación fue más rapida, a los 4 meses ya habia perdido más de lo que gané, y mi cabeza estaba mas centrada.

Pero no, este postparto es distinto,  con 5 meses de postparto, aun no he recuperado el peso de antes del embarazo, mi pelo se ha caido a puñados, mi cabeza esta saturada, cansada, y mis encias no dejan de sangrar.

Los clareos por culpa de esta calvicie pasajera( eso espero), han hecho estragos en mi autoestima, sencillamente me veo fea, estropeada. No se hacia que lado de la frente peinar los cuatro pelos de flequillo ridiculo que tengo, me peine como me peine se ven las carencias, y me temo que lo peor aun esta por llegar.

Mi barriga ha quedado flaccida, hinchada, como si realmente hubiese dado a luz hace apenas un par de semanas, mis piernas estan pesadas, la espalda me duele horrores...y mi boca, siento que donde mas he perdido es en mi dentadura, me duele al beber agua fria, me sangran las encias al cepillarme, se que se me han estropeado los dientes a la velocidad del rayo..

No tener la regla tampoco ayuda, aunque con Sergio me bajó a los 6 meses y medio, esta vez se me esta haciendo mas largo...es como si una parte de mi cuerpo continuara embarazada, como si no pudiera pasar página.

Supongo que 3 embarazos en 21 meses es demasiado para cualquier mujer, porque aunque el segundo solo duró 2 meses, todos los cambios hormonales que provoca no me los quita nadie. También es verdad que ya tengo dos años mas, ya no tengo veinti... sino treintai...y eso también se tiene que notar.

Para rematar la lactancia en tandem me deja el pecho hecho una pena. Mi hijo tira, muerde y chupetea los pezones, araña y estira mi pecho, por lo que ya solo pueden apuntar hacia el suelo.

Este postparto se me esta haciendo largo, pesado, infinito, y creo que esta sensación solo acaba de empezar...

martes, 13 de mayo de 2014

Volver a empezar

Hoy ha sido el dia "D", el fin de las mañanas sin despertador, de las noches de series y peliculas, de los paseos matutinos. Como quien lee el "Game over" y tiene que empezar otra vez la partida.

Hoy he vuelto a trabajar, después de aquel 18 de octubre que queda tan lejano ya. Mi mesa se ha llenado de papeles, mi ordenador se ha saturado, mis manos han ido mas rápido tecleando de lo que iba mi mente. Mi cabeza hoy no rendia, se habia desacostumbrado.

Se acabó "el tiempo", y vuelve la rutina. Ahora todo es correr, conducir, llamar por telefono, resignarse y correr de nuevo.

Despues de aquellas 3 semanas en Barcelona, de aquel viaje al interior de mi misma, de aquellas lágrimas de alegria, se acabó la libertad, de nuevo me encadenan a una silla, a un horario, pero guardo en mi cartera una concha hecha añicos, de la playa de Gavá, y en mi corazón la certeza de que algún dia, no sé cuando, volveré a ser libre, volveré a respirar el aire de la felicidad.

miércoles, 2 de abril de 2014

Desde Barcelona, con amor

Parecia que iba a ser misión imposible regresar a la capital catalana, a medida que se acercaba la fecha de partida, surgian más contratiempos, Lia comenzó a vomitar en cada toma y tenia fiebre de 38,5. Al final despues de ir al pediatra, hacerle analiticas y visitar dos veces el hospital, concluyeron con que era un virus, y que se le pasaria en unos dias.
Cuando Lia mejoraba Sergio se ponia malo, fiebre, tos y mucho llanto. Otitis y antibiótico al canto. Para rematar la faena el jefe de mi marido le reprochó que le debia dias, y que se los tenia que devolver cuanto antes, lo que suponia subir hasta Barcelona, para quedarme sola con los dos babies, practicamente las tres semanas...fue como un tortazo, como un jarro de agua fria, como un "zas! En toda la boca".
Tenia que decidir si ir y enfrentarme a los contratiempos o desistir otra vez de volver a visitar la ciudad. Dos dias antes de la fecha decidi que me iba, contra viento y marea, contra incluso los comentarios de mi marido, que me aconsejaba que me quedara.
Y aqui estoy, liada con los dos fieras, escribiendo esto mientras los tengo a los dos con la teta, feliz de haber vuelto, casi dos años después, a la ciudad donde pasé la mejor etapa de mi vida. Volver a pisar sus calles, que tantas veces recorrí cuando Sergio aun estaba en mi barriga.
Volver a sentir la libertad, la felicidad, la desconexión de todo. 
He vuelto y ahora que estoy aqui, tengo la sensación de que nunca llegué a marcharme, todo sigue donde lo dejé, y aunque todo es distinto, nada me resulta extraño.

jueves, 13 de marzo de 2014

Dos años contigo

Dos años han pasado de aquel sonido en plena noche,
el ruido de la bolsa al romperse, anunciando el fin de mi embarazo,
eran las 00:00h del 13 de marzo de 2012.

Dos años de aquel recorrido en taxi de madrugada,
por las calles desiertas de la capital catalana,
la ciudad entonces me pareció diferente,
sin prisas, sin coches, sin gente.

Ya apuntabas carácter, tú querias nacer allí,
lo decidiste sin yo saberlo,
esperaste al momento preciso,
elegiste el día concreto.

Dos años han pasado,
y diría que ha sido un suspiro,
consciente de que en realidad, ha llovido tanto...


Gracias por regalarme aquel dia,
por enseñarmelo todo.
Jamás una noche fue tan intensa,
jamás un amanecer tan hermoso,
no existirá otro día más completo,
porque pudo haber sido bonito,
pero tú lo hiciste perfecto.

¡Feliz cumpleaños Sergio!

13-03-2012 8:08h a.m. Barcelona
 

jueves, 6 de marzo de 2014

Otro año más

Parecia un dia normal, un viernes tipico con comida en casa de mi suegra incluida, todo se desarrollaba como de costumbre, hasta que mi marido empezó a engancharse al movil...podria estar waseando, o jugando al candy crush o poniendose al dia en facebook. Pero no, su cara era otra, y yo no queria preguntar.

Y entonces en medio de comentarios entre hermanos, el repaso al guisado de mi suegra, el postre de los niños, etc etc...mi marido lo soltó " ya han salido las plazas". Le miré con espectación, era la única que le prestaba atención, y en medio segundo de incógnita, la frase temida " otro año más en Barcelona".

Mi suegra preguntó por cotillear, mi cuñada miraba pero sin decir nada, mi cuñado seguia hablando de irse a jugar al tenis, y yo preguntaba " ¿por qué?". Solo 20 plazas para toda la Comunidad Valenciana, esa era la respuesta.

La verdad es que los presentes no se asombraron nada, tampoco era algo que les preocupara demasiado, pero mi marido se sentó en el sofá y no se levantó en toda la tarde y yo agaché la cabeza y me imaginé un año más con idas y venidas, con maletas y trenes, con saludos y despedidas..un año más como los anteriores, solo que ahora no teniamos un bebe, sino dos.

Mi suegra soltó su frase preferida : "no te quejes, esto es lo que querias" {gracias maja, tú como siempre, levantando el ánimo}. Mi cuñado se mosqueó porque mi marido no queria jugar al tenis, como era de esperar, y yo me quedé con la sensación de que era lo que todos esperaban, pero mi marido y yo teniamos muchas esperanzas, esperanzas que se esfumaron, un año más.

Digerida ya la noticia, mi corazón sueña con una excedencia, con un año sabático en Barcelona, cuidando y disfrutando de la familia al completo, con tiempo solo para mí, mis hijos y mi marido...pero mi mente me recuerda la hipoteca, los pagos del alquiler, los recibos, los préstamos, y me entristezco porque sé que si me fuese alli, seria plenamente feliz.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Mi parto no respetado { por mi }

Mi cabeza no deja de pensarlo, antes aun pensaba más deprisa, ahora vienen los fantasmas de vez en cuando.

¿Que hubiera ocurrido si no hubiese pedido la Hamilton?

¿Hubiese nacido Lia el 22 de diciembre?

¿Como se hubiese desarrollado el parto?

Nunca lo sabré, no sabré nada de eso, y me duele. Me traicioné al pedir la maniobra, me traicioné al consentir la oxitocina, me traicioné al permitir la rotura de bolsa de forma artificial.

Ahora ya es tarde, lo sé. Los nervios hablaban por mi, el miedo era el que decidia, y mis deseos quedaron apartados al final de la lista. 

Recuerdo el dia que peor me sentí, cuando ingresaron a mi hija en la UCI con 14 dias, por infección respiratoria. Entonces vi el peligro, sentí que quizá si no hibiera "estimulado" el parto, mi hija no estaria pasando por eso. Nunca lo sabré.

Mi modesta intuición me dice que su dia no era el 22, sino el 23. Pero ya no importa lo que intuya.
Me alegro de que todo saliese bien, pero se me ha quedado esa espina. Quien sabe, quizá a la tercera vaya la vencida...

miércoles, 5 de febrero de 2014

Crónica de un parto anunciado

Después de haber empezado a notar contracciones desde la semana 28 de embarazo, de haber manchado varias veces y haber pensado más de una vez "hoy es el dia", creo que no hay mejor titulo para describir el parto de mi hija, que este.

Y es que a medida que se acercaba la semana que me puse de parto con mi hijo, 37+4, empezaba a ponerme nerviosa, no sé porque, pero a pesar de las contracciones y molestias, intuia que este parto no seria tan tempranero como el anterior y que no se iniciaria tampoco por rotura de bolsa. En ambos casos, acerté.

El dia que cumplí las 38 semanas, viernes 20 de diciembre, comí en casa de mi suegra como cada viernes, y empecé a notar pequeñas contracciones. Llevaba toda la semana deseando ponerme de parto, ya que mi marido se iba el lunes, por lo que si no sucedía nada, pasaria la nochebuena y navidad lejos y yo temia que pasaria el parto sola...porque evidentemente no le daria tiempo a regresar. Esa tarde estaba en casa la abuela de mi marido, la pobre tiene alzeimer y no dice nada coherente, y empezó a decir que yo tenía mala cara. 

Mi marido se fue no recuerdo a donde, y me quedé alli con mis suegros y mi cuñado, y la mujer no le dejaba irse a este último, porque decía que me tenia que llevar al hospital. Todos nos reiamos, y la mujer erre que erre y yo notando las contracciones, pero sin decir nada, habia notado tantas veces!!

Pasó la tarde y fuimos a casa, vino mi cuñado y su mujer, y ella me dijo que tenia mala cara, la verdad es que ya eran más molestas pero no dolían. Mi cuñada me animó a que me acercara al hospital para que me mirasen, por si habia dilatado. Al final acepté, sería por las ganas que tenia de parir.

Cuando llegué me pusieron en monitores y me exploraron, 2cm escasos y cuello sin borrar. Ohh que chasco!!. Aun asi el monitor reflejó bastante dinámica, y decidieron ingresarme. { bien! Pensé }

En la habitación estabamos solos mi marido y yo, y enseguida noté que la cosa se habia parado, pero no queria reconocerlo, asi que cuando él preguntaba si sentia contracciones le decia que si. Al poco ingresó una chica con su pareja, ya estaba cumplida y tenia contracciones, poco a poco se le notaba más apurada, y de madrugada se la bajaron a paritorio.

La noche la pasé genial, me vino bien para dormir, mi hijo se quedó con sus primos, solo me despertaban de vez en cuando los lloros de los bebes, cuando los entraban a la sala cambiador que estaba justo al lado, y donde los veia por una ventanita..pronto estaría yo así, no me lo creía.

Por la mañana volvieron las contracciones, pero muy suaves, todo el mundo preguntaba si había novedades, subió la chica con su bebé y empezó a recibir llamadas, visitas...joo yo queria ponerme de parto ya! El dia 17 fue luna llena, y ya me habian avisado de un par de chicas que cumplian como yo, y habian parido ya. Me empezaba a desesperar...aun me faltaban 2 semanas para cumplir, pero no queria pasar sola las navidades, no queria pasar el parto sola, tenia la intuicion que el lunes 23, cuando se fuera mi marido yo me pondria de parto y me agobiaba. Por no hablar del miedo que he tenido en todo el embarazo, la sombra de que algo pudiera salir mal, que el bebe no se decidiera a salir y algo malo sucediera. Tantas contracciones, tantas veces pensando " será hoy?". Estaba desesperada.

Me llevaron a monitores, por el camino, el celador que me acompañaba hablaba con una enfermera, y en la conversación soltó: ella se va de alta. { será cabrón!!-pensé} Me sentó fatal.

Una vez en monitores intenté engañar a la máquina...quizá pensaba que si seguia ingresada el parto se desencadenaria, o es que queria llevarle la contraria al capullo del celador..lo que puede hacer la desesperación!!
Empecé a hacer fuerza cuando respiraba, llenando mucho la barriga y aguantando el aire, y la máquina registraba una subida en el tono del útero. Bien!!. Se reflejaron bastantes contracciones aunque de poca intensidad, como era evidente. Y entonces me pasaron a la consulta de la gine, la misma que me habia atendido cuando habia ido por contracciones o manchados. Me exploró y lo que me temia, seguian los 2cm, y el cuello borrado a la mitad. Noooo. Me dijo que podia estar asi horas, dias o incluso semanas y entonces le solté si me podia hacer la maniobra de Hamilton.

(Si no conoceis en que consiste la maniobra, aqui teneis una breve descripción)

La gine se extrañó, me dijo que no estaba cumplida, la enfermera me miró con cara rara y entonces me derrumbé. Empecé a explicar, mientras lloraba, que mi marido se iba el lunes, que me quedaba sola, etc etc. A todo esto la gine me comentó que no estaba desfavorable para hacer la maniobra, y mientras yo explicaba y la enfermera me cogia la mano y me tranquilizaba, la ginecologa se puso los guantes de nuevo, introdujo la mano y sentí un tacto molesto, pero bastante soportable.

- me has hecho la maniobra? Le pregunté

-si, ya esta. Pero ten en cuenta que son 38 semanas...si luego pasa algo...

- pero es peligrosa?-me asusté

Las dos me contestaron que no, que para nada, y vi su guante impregnado en sangre. Por un momento empecé a sentirme mal por haberla pedido, por si algo malo pudiera pasar.

Me recomendó que andase, y estuviese con mi marido todo el rato ( se sobrentiende para que) y la enfermera me dijo que tomase chocolate caliente. Ya lo he hecho, le comenté " mi marido me ha traido chocolate con churros esta mañana".


Salí de alli mucho más contenta, y le hice caso a la ginecologa, estuvimos andando casi toda la tarde, subí las escaleras del piso, y esa noche no me separé de mi marido. Yo no dejaba de buscar en internet casos de exito y fracaso de dicha maniobra...ya que si dentro de las 24-48 h siguientes no te pones de parto, se considera que la maniobra ha fracasado. Ese dia, apenas noté contracciones, por lo que no queria hacerme muchas ilusiones...el lunes estaba cada vez más cerca y el parto seguía sin comenzar.

Hasta las 5:45 de la mañana, que ya llevaba notando un rato molestias, y ya no estaba cómoda en la cama.
Me levanté y empecé a controlar el tiempo entre contracción, eran muy seguidas, cada 1 o 2 minutos, y cuando habia pasado justo una hora, a las 6:45, desperté a mi marido, quien dudaba bastante de si era o no el comienzo del parto. Llamé a mi madre, que tardó bastante en venir y quedarse con mi hijo, y nos fuimos rumbo al hospital.

Llegamos sobre las 8 de la mañana, y tardaron más que otras veces en atenderme, debido al.cambio de turno..entonces, para mi pesar noté, que aunque las.contracciones eran dolorosas se habian espaciado bastante, eran aproximadamente cada 10 minutos. { no por favor, otra falsa alarma no}

Pasé a monitores y estuve aproximadamente una hora, las contracciones eran intensas pero muy irregulares. Una matrona muy agradable me hizo un tacto...en ese momento desconocia lo tremendamente importante que seria esa mujer para mi. Estaba dilatada de 2cm amplios, cuello borrado y cervix centrandose. {De 2cm solo??...mi cabeza se imaginaba lo peor y yo no dejaba de rezar " que no se pare por favor, que no se pare"}

Entonces apareció la gine que me habia hecho la Hamilton y se acercó asombrada:

- estas de parto?

- eso parece..( yo aún no lo tenía muy claro).Y sonrió.

La gine le preguntó a la matrona ( Cristina), como iba de dilatación y demás y cuando se lo dijo le comentó que me tenia que estimular, que mi marido se iba y tenia que ponerme de parto antes.

- ella es la que tiene que dar a luz este fin de semana?

- si, es esta chica, la pobre lo esta pasando fatal.

Entonces pensé que mi llorera el dia anterior no pasó desapercibida, y que me habia hecho algo "famosa".  La gine me preguntó si queria oxitocina, que sino podia estar asi todo el dia, me asusté, no me habían hablado muy bien de esa sustancia, y esta vez queria un parto sin epidural, por lo que la oxitocina suponia un dolor extra, que me aterraba. A demás queria que fuese lo más natural posible..aunque después de la Hamilton, me sentia algo decepcionada, co migo misma, claro. 

Cristina me tranquilizó, me dijo que seria en dosis muy muy bajas, que no aumentaria la intensidad de las contracciones sino que solo las regularia. Entonces asentí, y me mandaron a la sala de dilatación, la gine me deseó suerte.

Y allí comenzó el principio del fin de mi embarazo. Llamaron a mi marido para que entrase, me pusieron monitores inalámbricos, para que pudiese moverme, y me pusieron la via con la oxitocina. Me preguntó otra matrona { Teresa o Esperanza..se me ha olvidado su nombre :-( } algunas cosas tipicas sobre mi salud, y Cristina me preguntó si tenia firmada la epidural. Le contesté que si, pero que queria intentarlo sin ponermela.

No lo voy a negar, estaba acojonada, el enfrentarme al dolor me paralizaba, me angustiaba solo pensarlo...con mi hijo aguanté unas horas, hasta dilatar unos 4 cm, donde supliqué que por favor, me pusieran algo. No sabía si sería capaz, no sabía si soportaria ese dolor...pero tenía que intentarlo.

Como era domingo, 22 de diciembre, le djie a mi marido que pusiera en el movil la radio, para escuchar la loteria, y así pasamos las primeras contracciones dolorosas, entre los cánticos de los niños de San Ildefonso. He de confesar, que ese dia, el 22, era mi preferido de diciembre. Me encanta ver la loteria, y ver como cantan los premios, incluso muchas veces me emocionaba y se me escaba alguna lágrima viendolo..si, es un poco extraño, no me pregunteis porque, pero para mi el 22 de diciembre siempre ha sido un dia especial, y a partir del de 2013, lo será muchísimo más.

Las contracciones se habían regulado, y el dolor era más intenso, la matrona entraba de vez en cuando, y me dijo que las contracciones eran prácticamente mías, que lo poquito de oxitocina aún no me habí hecho efecto. Me trajo una pelota, con un empapador precintado arriba, para que pudiera apoyarme bien. Y me senté frente a la cama, con los brazos apoyados en esta, moviendo la cadera hacia un lado y a otro. Iba haciendo las respiraciones tal y como me enseñó la matrona, tal y como hacía con mi hijo, e iba apretando la sábana, estirandola, retorciendola con cada contracción. Me hicieron otro tacto, estaba de 4 casi 5 cm.

A veces me ponía de pie, otras me apoyaba en la cama, otra me sujetaba del carrito de la oxitocina, me volví a sentar en la pelota y ahhhhh, como dolia. Le pedí a mi marido que apagara la radio, sino era capaz de estampar el movil, el dolor se apoderó de mi y ya no podia seguir las respiraciones...solo me salia un ahhhhh, profundo y hasta placentero, me pedia el cuerpo gritar.

Volvió a entrar la matrona y me dijo que me romperían la bolsa, para que fuese más rápido, y asi sufriera menos. Estaba de 8cm. Me subí a la cama como pude, me pusieron una cuña, y la otra matrona, con un palo alargado, parecido a los que usa el médico para ver la garganta, me rompió la bolsa. Entonces noté el calor del líquido amniótico, recordé la rotura de bolsa con mi hijo, que fue espontanea y sin contracciones, me entristecí un poco al sentir que todo estaba siendo demasiado "artificial". Las aguas eran claras. Se llevaron la cuña, y empezó el vaciado intermitente del líquido.

El dolor era insoportable, Cristina me pedia que me relajara entre contracciones, pero yo no podia, cuando terminaba una solo podia pensar en la siguiente, mi mente no podia descansar. Ya no sabia donde sujetarme cuando venia la contracción, nada me alibiaba, me sentaba, me cogia a mi marido, y apoyaba la cabeza en su pecho, Cristina me movia las caderas, me hacia masajes en los riñones...yo solo podia gritar, sentía que me partia por la mitad.

Mi mente estaba en otro mundo, en el mundo del parto, sumergida en otra dimensión, donde nadie más podia entrar, solo mi bebe y yo, y dentro de ese mundo me sentía vulnerable, indefensa, me sentía incapaz de llegar hasta el final. Recuerdo que lloré, que me arrepentí por unos momentos de no haber pedido la epidural (por que estoy pasando por esto?, me preguntaba).

Mi marido le preguntó a Cristina si me podia poner la epidural, se lo dijo dos veces, sin yo decirle nada...me debió ver muy apurada...pero ya no había tiempo, nos dijo que estaba yendo muy rápido, que ya no me haria efecto. Entonces llegó la sensación de empujar, le dije a Cristina que queria ir al baño, me preguntó si era para orinar y le dije que no, entonces me dijo que no, que no tenia ganas de ir al baño, que era el bebe presionandome con su cabeza.

-Si quieres empujar, empuja. Haz lo que el cuerpo te pida. 

En ese momento no sabía si tenia o no ganas de empujar, era una sensación que iba y venia y el dolor no me dejaba pensar. Recuerdo que salió a llamar a la celadora. Nos vamos a paritorio!-me dijo. Tenia que subir a la cama y yo estaba paralizada, de pie, aguantando como podia..como iba a subirme a la cama, si apenas podia mantenerme en pie? Entre mi marido, la celadora y la matrona consiguieron subirme, y por el pasillo, vi la sala de monitores, y pensé en las chicas que habria dentro y yo con mi ahhhhhhhh.

Me subieron al potro también entre todos y el dolor desapareció para dar lugar a una fuerza interna y desmesurada que me pedia empujar. La matrona me animaba, no dejaba de hablarme dulcemente..vas a conocer a tu bebé! empujas fenomenal!

Con cada empujon yo me subia hacia arriba, me pedia que bajara, pero no podia, mi cuerpo empujaba por si mismo, era como si no necesitara que mi cerebro mandase la orden, no podia hacer otra cosa que empujar, con todas mis fuerzas. El grito era mas intenso, me salia de las entrañas. En 4 o 5 pujos salió mi niña, al completo,  normalmente sale la cabeza y después el cuerpo, pero ella salió del tirón. Hasta la matrona se sorprendió:

-Casi me la tiras al cubo de la basura.

Y entonces encontré la paz. Su cuerpo caliente me abrazaba. Ya no habia sufrimiento, ya no había temor, habia vencido al dolor y mi princesa gruñia encima de mi. La FELICIDAD con mayúsculas, eso fue lo que sentí. Ese estado de embriaguez, ese dolor tan emotivo, esa fuerza de la naturaleza, desgarradora, animal. Habia dado a luz sin epidural, ya sabía lo que era parir. Me sentí la mujer más poderosa del mundo.


Mi marido cortó el cordón, y la placenta costaba de salir, por lo que llamaron al ginecologo, un hombre moreno y apuesto, cuando llegó, Cristina ya habia conseguido desprender la placenta y empezaron los puntos. Me habia desgarrado un poco, y noté perfectamente el paso de la aguja y el hilo por mi piel. 

Empezó a dolerme la garganta, tanto gritar me estaba pasando factura, me dijo Cristina que habia hecho fuerza con la garganta y por eso me dolia. Me comentó que mi parto le habia encantado, yo sonreí sabiendo que lo decia para alagarme, pero concienciada de que para ella habia sido uno de tantos partos más. Le doy las gracias por el trato, por las palabras, por la ternura con la que supo llevar un momento tan delicado y especial, y espero que le entregaran la cajita de bombones y la nota que dejé para ella.

El parto de Lia supuso un antes y un después en mi vida, no solo por lo transcendental que es el nacimiento de un hijo, sino por que me devolvió la confianza en mi misma, en mi cuerpo. Me hizo sentir como nunca antes habia sentido, y me di cuenta del milagro que supone gestar y parir a un hijo.


domingo, 12 de enero de 2014

FELIZ CUMPLEBLOG

Un año ha pasado de aquel 12 de enero de 2013, cuando empecé a probar como era eso de crear un blog. Para mi sorpresa lo consegui sin demasiada dificultad, y he intentado mejorarlo poco a poco.

Hoy miro hacia atras y me parece un mundo, ha llovido tanto desde entonces...los inicios del blog fueron muy duros, la pérdida, el miedo, la búsqueda, el nuevo embarazo, todo fue a mejor con el tiempo, y hoy me alegro de poder celebrar este primer cumpleaños al lado de mis dos retoños.

Gracias a tod@s los que me leeis, a los que me habeis acompañado todo este tiempo, todos me habeis ayudado a cumplir este sueño.