sábado, 24 de diciembre de 2016

Hasta nunca 2016

Al fin me despido de ti, a una semana de tu final me siento más positiva, ilusionada con el nuevo año, con nuevos proyectos y vivencias por estrenar.

Que decir de ti, que has sido un año duro, de los que cuestan digerir, y no sólo para mi, que me veo de las más privilegiadas de todos tus efectos negativos, para algunos conocidos y amigas, ha sido un año realmente malo.

De mi contaros que sigo igual, con seis meses de búsqueda fallidos, y mucha frustración y lágrimas a mis espaldas. La incertidumbre se ha apoderado de mi, no sé qué le pasa a mi cuerpo, que es lo que falla. Las pruebas de mi marido salieron bien, y el gine me dijo que no volviera hasta llevar un año buscando. Yo, como buena desobediente que soy, volveré en enero y le suplicaré que, por favor, me haga al menos, las pruebas hormonales. Me parece tan raro hablar de todo esto...

Pero si algo he aprendido de este maldito 2016, es que a veces, lo que pensamos fácil, como en mi caso, quedarme embarazada, se vuelve difícil, y lo que creemos casi imposible, como en mi caso, un aumento de sueldo y trabajar en mi pueblo, se convierte en realidad. Sí, 2016 aún tenía una buena noticia para mi, una excelente noticia laboral.

Sólo espero que en 2017 vayan sanando las heridas que nos dejó 2016, es lo que les deseo a mis amigas, a mi familia, a los que han sufrido mucho éste año. A vosotr@s lector@s, compañer@s de este viaje, que se cumplan vuestros sueños más preciados, que no os rindais nunca, que peleéis, con uñas, dientes, y todo lo necesario. Porque el que persevera, alcanza, estoy convencida.

2017 será un buen año, tiene que serlo, he puesto en él toda mi ilusión y esperanza. Que disfrutéis de este fin de año, mirando atrás para despediros de todo lo vivido, y seáis tremendamente felices en 2017.

Salud y amor para todos.


P. D. Gracias por todos vuestros mensajes de la entrada anterior, no sabéis lo que me animan vuestros comentarios, simplemente no me veía con fuerzas, ni encontré las palabras para contestar. GRACIAS.

sábado, 15 de octubre de 2016

Hace un año

Hace aproximadamente, un año, hacía el primer pedido de test, para la búsqueda del tercero. Creo que eran 60, y era la primera vez que los pedía de Amazon España, y no de Amazon UK. El pedido tardó algo más de un mes en llegar, y aunque no nos pusimos en serio a buscar hasta la regla de diciembre, me comí todas las uñas del cuerpo, esperando que llegara el dichoso paquetito. Que ilusión al recibirlo! Que sensación de alegría tan intensa ver el cajoncito del baño repleto de test por hacer!.

Hace un año cumplía 33.

Por aquel entonces estaba convencida de que me sobrarían muchos test, muchísimos, así que desde antes de buscar el tercer bebé, iba probando los TO para ver cuando ovulaba y demás, y ver que tal iban esos test diminutos de palitos ultra finos. Quien me iba a decir que acabaría volviendo a pedir 50 test más, ( de Amazon UK esta vez), que por cierto, están a punto de consumirse... ¡¡Yo!! que hace un año pensaba comerme el mundo, y fue el mundo el que me engulló a mi, de un mordisco.

Hace un año no me hubiera imaginado así, con otro legrado a cuestas y cuatro meses de búsqueda sin embarazo (si, septiembre, tampoco fue mi mes). Yo, que me creía la diosa de la fertilidad, la verdeliss alicantina, ja! cuanto se debía reír de mi, por aquel entonces, el destino. Cuanto me quedaba por aprender y sufrir.

Este mes tenía esperanzas de ver el positivo, a 10 dpo el TE dio negativo, y me desmoralicé, pero luego, el dia 12 dpo tuve un ligero manchado marrón, ante mi asombro pensé que sería "manchado de implantación" y me vine arriba, jamás había tenido ese manchado en ningún embarazo, pero quizá esta vez sería distinto, a las pocas horas un grano se instaló en mi frente, y me ilusioné aun más, la ultima vez que me embaracé me había salido uno!!!! No cabía en mi, quería ser precavida, pero no podía, me imaginaba embarazada, encargando el bugaboo (ahora tiene descuento), y un montón de cosas más que duraron lo que dura un suspiro.

El dia 12 de octubre, 13 dpo, me hice otro TE, negativo. Lo miré durante todo el dia, TODO. Me lo entraba al aseo, me lo sacaba de nuevo, lo miraba con luz natural, artificial, con la linterna del móvil, etc etc. Hasta le hice fotos al test, con flash, sin flash, de cerca, de lejos y hasta las pasé a negativo!!.

Juro que me dolían los ojos, de tanto fijarme, y a trasluz, con la linterna del móvil, veía una pequeña sombra. La sombra era tan pequeña y era tan difícil verla,(había que poner el móvil y el test en una determinada inclinación para que se viera), que pensé si realmente estaba allí la sombra o era mi imaginación la que quería verla.

Me acosté con la intención de repetirme TE el día 13 de octubre, nada más levantarme. Me dejé el test preparado en la mesita y pensé que para tener más concentración de orina, iba a intentar volver a hacer pis, antes de dormir.

Y ahí estaba, una enorme mancha de sangre en el papel higiénico. El castillo de arena que había creado se derrumbaba ante mis ojos.

Por momentos pensé que quizá era de la implantación, que ese manchado cesaría, que me levantaría por la mañana sin manchar nada de nada, pero comprobé que el sangrado no cesaba, aquel manchado rojo se hacía cada vez más grande, mientras yo me volvía, en el cuarto de baño, cada vez más diminuta.

No había servido la visita a Barcelona, ni las tropecientas pastillas y vitaminas que me tomé, ni los deberes hechos, todos los días de la semana fértil. Nada había dado resultado.

Y me fui a la cama intentando ser positiva, pero no pude evitar llorar, de rabia, de impotencia, de pena. Porque se me escapaba una vez más, lo que más quería.

Otra vez llorando a escondidas, en aquella habitación, la de casa de mi madre, la de cuando era niña, en la que había llorado tantas veces por tantos motivos, en la que había sufrido la pérdida de mis embarazos, allí, en esas cuatro paredes que tantos secretos escondían, sentí que había tocado fondo. Lo bueno, en estos casos, es que ya sólo puedes ir hacia arriba.

Así que he decidido cambiar de actitud, fuera obsesiones, fuera test a saco, fuera psicosíntomas y preocupaciones. He dejado el ácido folico ( 6 meses tomándolo ya son demasiados), he dejado el ovusitol. Necesito evadirme. El día 20 tengo cita con el gine, le diré la mentirijilla, que van 6 meses de búsqueda, y no 4, y que ya tengo 34.

 Si, hoy cumplo un añito más.(Para complicar un poquito más el asunto).

Espero volver a contaros pronto cosas buenas y bonitas, volver con otras fuerzas y energías positivas, con otros proyectos distintos al monotema de repetir maternidad. Un año buscando, esperando, ya es mucho, volveré con nuevos aires y delirios. De momento declaro el blog:

"cerrado, por descanso emocional".

viernes, 7 de octubre de 2016

Otoño

Llegó otoño, y con él cerré una etapa. Por un lado necesitaba que llegara octubre, pero por otro me resistía a cerrar esa puerta para siempre, la puerta de septiembre.

El 30 de septiembre lloré como nunca, creo que fue de los días que más he llorado, por lo menos de los que recuerda mi mente. Se me escapaba el mes, que tanto había imaginado con una nueva ilusión en mi vientre, con fechas de ecografías y citas con la matrona, mi salud mental necesitaba estar embarazada en septiembre. No sé si lo logré, pero si así fuera (ojalá) era demasiado pronto como para saberlo, y por tanto, como para estar alegre.


Dejé a mis hijos en el cole el primer día que empezaban, y recuerdo subir aquella cuesta hasta mi casa, más inclinada que nunca, con un nudo en la garganta. Mi niños se habían hecho grandes. Ya no había ningún bebé en casa, ni guarderías, ni pañales.


Me siento egoísta a veces por desear tanto repetir maternidad, sabiendo que hay chicas que pelean por tener el primero, o el segundo, y no lo consiguen, pero a la vez no lo puedo evitar. Es algo que nace de dentro, de las entrañas.


Viajé a Barcelona, con la esperanza de conseguir lo que allí logré la última vez, embarazarme.


Mi pedido de "tests de la suerte" se esta agotando, y crece la ansiedad de ver que se me escapa el 2016.

He probado lo habido y por haber, he dejado de tomar alimentos dañinos para la fertilidad:

-Café
-Coca-cola
-Alcohol
-Té

He dejado el tabaco, con la excepción de tres cigarros, uno me lo fumé después de ver Bridget Jones Baby, y los otros dos después de ver al bebé recién nacido de una amiga.


Ahora hablo en pasado y todo me recuerda al comienzo de año, a la ilusión que tenía. Solo veo oportunidades desaprovechadas, tiempo que se me escurre de las manos, perdido.


Intento mirar hacia adelante con esperanza, reir, ilusionarme, no venirme abajo por esta incertidumbre del qué estará pasando, del por qué no lo logramos.


Le he cogido respeto ,(pánico), a los test de embarazo. De hecho apenas me atrevo a mirarlos ni tocarlos, y no sé si seré capaz de hacerme uno antes de la falta, el temor al negativo me ha calado hasta los huesos. Difícil de explicar.


Ay! Si pudiera volver atrás. Cuántas veces lo habré pensado, si hubiese cogido la baja desde el positivo, si hubiera hecho o dejado de hacer...si hubiese podido frenar el tiempo, detener el mundo.


Este mes cumplo 34, un año más, y en mi mente resuena aquella frase del gine de Alto Riesgo, " si quieres quedarte embarazada, quédate ya, la edad juega en tu contra".


Y x momentos me autoconvenzo de que quizá se haya terminado mi época de crianza. Dos abortos, dos legrados y dos duelos, y una tanda de meses frustrantes que me hacen pensar " basta!" " Ya no puedo más".


Pero luego vuelve una parte de mi a recordarme, que x los sueños hay que pelear, que nada es fácil y no hay que rendirse. Pero, y si mi destino es tener dos hijos? Contra eso no podré luchar...


Y se vienen a mi mente los días tras el último positivo, la euforia, la incredulidad, y miro y remiro las fotos de aquellos test y un pinchazo me atraviesa x dentro, una espina imposible de sacar.


Ahora, después de los negativos, miro con otros ojos a mis hijos, como si fueran un milagro, xq en el fondo lo son!, Y me siento tan feliz de tenerles, tan y tan afortunada.


Disfruto cada risa, cada juego, cada caricia que me dan. Y la lactancia, que antes me agobiada, es lo que más cuerda me mantiene ahora, lo que me hace revivir esos sentimientos de crianza, ese vínculo increíble con mi hija.


He aprendido a ser paciente, comedida, aunque a veces llore x las esquinas, sonrío como jamás lo había hecho ante una gracia de mi hijo, disfruto cuando me cuentan sus batallitas del cole. Y me siento "curada" cada vez que me llaman mamá.


Octubre ha llegado. Cerré para siempre la puerta del verano de 2016, consciente de que quizá, la ventana que se abre de otoño, me brinde una nueva oportunidad.

Porque lo imposible sólo tarda un poco más.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Septiembre 2016

Ha empezado Septiembre, el mes que deberías haber nacido, que deberías haber convertido esta familia en familia numerosa, en familia de 5.

Se me viene a la cabeza el mes de enero, esa sonrisa que cruzaba mi rostro, de incredulidad, de ilusión, de esperanza (por fin mi sueño se haría realidad). Y el mes de febrero, con el miedo, los primeros manchados marrones, que pasaron a rojo, las visitas al hospital, el reposo, un embrión con latido débil, un castillo de naipes que se derrumbaba, una ilusión destrozada, un camino pedregoso por el que no quería volver a pasar.

Pero pasé por ese camino, no hubo remedio, ni esperanza, ni latido. Desde aquel 17 de febrero, los meses han sido largos, muy largos, tras la rápida recuperación física llegó una recuperación psicológica lenta, pausada, silenciada, escondida. Me centré en encontrar el mes ideal para volver a buscar ( tonta de mi), pensando que sería como las otras veces, llegar y cargar. Pero no, esta vez es distinta. He aprendido tanto en este camino!, cada piedra clavada en mi zapato, cada caída, me ha hecho entender lo complicado y milagroso de la vida, lo mucho que cuesta alcanzar los sueños, llegar hasta donde una quiere estar, y todo lo que se nos escapa de las manos, lo que no podemos controlar.

Pero no me gustaría estar triste hoy, aunque por momentos me vengo abajo (son tantas las caídas y las piedras que me voy encontrando!). Me gustaría recuperar la ilusión, la alegría de la búsqueda, esa inocencia pura, esa sonrisa atravesando mi cara. Ojalá septiembre me dé todo lo que me quitó febrero, y consiga pasar página con un positivo, que se ha vuelto casi tan necesario para mi salud, como respirar.

Como dice la canción :Wake me up when Septembre ends, pero yo quiero despertar antes de que el mes termine, quiero que septiembre se convierta en un mes bonito, y no en un mes triste. Ojalá termine la tormenta que me acompaña en el camino, y me deje por fin ese arco iris repleto de luz y tranquilidad.

Como cuando quieres despertar de una pesadilla, "despiértame, pero antes de que termine septiembre"

Siempre juntos. Tu mamá.

Y esta soy yo, según los ojos y las manos de mi hijo

domingo, 14 de agosto de 2016

Cuando la regla sí llega

Paradojas de la vida. Hace algo más de un año lloraba por pensar que estaba embarazada sin haberlo planeado. Sé que me hubiera alegrado después, enseguida, pero lloraba porque se salía de lo que yo tenía previsto.

Finalmente la regla me bajó, con unos días de retraso, como comenté en esta entrada. Y todo quedó en un susto y una anécdota.
Este mes ha ocurrido al contrario. He llorado al saber, que no había embarazo, a pesar de haberlo planeado.

No voy a negar que estoy tocada, me gusta tener las cosas bajo control, planificar todo, y cuando las cosas no salen como tenía previsto, me siento frustrada y deprimida. En este caso, elevado a infinito.

Llevo dos meses de búsqueda, y los dos fallidos. Teniendo en cuenta que en mis cuatro embarazos me quedé a la primera,  dos meses es un mundo. No quiero ni pararme a pensar cuanto tardará en llegar este embarazo..porque la angustia me supera. 

En estos meses me he dado cuenta de lo tremendamente afortunada que era, lo difícil que es conseguir un embarazo el primer mes sin poner medios, y haberlo conseguido 4 veces consecutivas me había hecho caer en la trampa de que siempre sería así. Pero no, jamás tenemos que dar las cosas por sentado, porque luego pasa lo que pasa, y la hostia es tremenda.

Ahora sé lo que se siente al ver un TE negativo, después de haber estado buscando y debereando como es debido. Sé lo que es aferrarte a un clavo ardiendo y pensar: quizá sea pronto para que dé positivo, quizá ovulé más tarde, no siempre los TO predicen el embarazo, etc, etc. Y es que no quería ver lo que estaba pasando...mi cuerpo no lo había conseguido.

 El miércoles pasado, a 12 DPO, con un TO claramente negativo y un TE negativo el día anterior, el mundo se me cayó encima, no podía dejar de llorar, como me podía estar pasando? Como había sido tan estúpida? Cómo iba a enfrentarme a esto, si antes no me había pasado nunca?

Ahora sé lo que siente una buscadora el día de su FNW, el día que le baja la regla y sus sueños se van al traste. Ese jarro de agua fría que te devuelve a la realidad del día a día. Como admiro a todas esas buscadoras, y más ahora que estoy en ese lado de la búsqueda. Que agradecida estoy por esta familia que tengo a mi lado.

Dicen que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, yo espero no haber perdido la fertilidad, sino que sea sólo un toque de atención, que me diga: ey, no te confíes, que la vida reproductiva tiene fecha de caducidad, y no siempre que desees un embarazo lo vas a conseguir al momento, también hay que pelear.

Estoy dispuesta a pelear, a dejarme la piel en esto. Necesito este bebé, esa guinda en el pastel, y sentir que por fin he alcanzado mi sueño. Ojalá sea pronto, pues nunca he sido muy paciente, y porque, más que nada, es algo que ansío y deseo con toda mi alma.

Quizás a la tercera, llegue por fin el tercero. Estoy trabajando en ello. He hecho un pedido de mis antiguos test de Amazon Uk, yo los llamo mis test de la suerte. estos de la foto, son de Amazon España, de una marca China, finisimos, y en mi último embarazo salió el TE + prácticamente el día de la falta, x lo que dudo de su sensibilidad, además de que tardaron un mes en llegar. También he vuelto a tomar Ovusitol, y he añadido Natalben preconceptivo. Tengo puestas todas mis energías en este " proyecto". Tengo que lograrlo. Lo voy a conseguir.

Mis TO cuando alcancé el pico de ovulación

TO negativos 4-3 días antes de la regla, TE negativo también

viernes, 17 de junio de 2016

Dejar de esperar

He llegado a tal punto de frustración, que ya sólo me queda una vía de escape: o cambio de actitud o peligra mi salud mental.
 
Siento escribir entradas de pena, de agobio, de resignación o de estrés. Porque no quiero que este blog sea el rincón de la tristeza, quiero que se hable de todo...y parece que las cosas buenas han quedado atrás.
 
Tengo que dejar de esperar.

Esperar que llegue el cambio, que mejore nuestra vida. Tengo que ser consciente de que mi vida es buena ya, buenísima. Tengo que dejar de estar enfadada con el mundo.
 
Dejar de esperar el destino de Alicante.
Dejar de esperar el mejor momento para el embarazo.
Dejar de esperar a la vida, porque la vida está aquí ya.
 
Como bien dice ese dicho popular:
 
"La vida es aquello que te sucede, mientras tú planeas lo contrario"
 
En ello estoy ahora...reseteando. Cero planes, cero expectativas. 100% aquí y ahora, empapándome y disfrutando de las pequeñas cosas...lo demás llegará cuando tenga que llegar.
 
Gracias a tod@s, por haberme escuchado y dado ánimos. GRACIAS.

sábado, 4 de junio de 2016

Desahogarse o explotar

Pensábamos que 2016 sería nuestro año, pero estos 5 meses nos han demostrado que no, que 2016 tampoco lo será. Que impotencia ver pasar los años, ver cómo tu esfuerzo, tus 5 años estudiando para llegar al "apto" de la oposición,te han dejado peor de lo que estabas.

Que vergüenza cuando te das cuenta que quienes te defienden, están ahí por puro enchufismo, que tus méritos, tu distancia y tú antigüedad no sirven para nada... sólo sirve ser "hijo" o "amigo de"...todo lo demás da igual. Algo en los despachos de las comisarías huele a podrido...y el olor llega hasta aquí..y me dan ganas de vomitar.

Gracias a los que han estado a nuestro lado, a los que han luchado por intentar que ese sueño se hiciera realidad. Hemos comprobado que contra tal nivel de corrupción no se puede luchar.

Lágrimas que recorren el río de la rabia y la soledad, que solo conocen el mar de la resignación, que no encontraron el de la felicidad.

Lo peor es saber que esto es lo que heredarán mis hijos..que está basura es lo que les quedará.

viernes, 20 de mayo de 2016

Las pruebas de una abortadora de repetición


Antes de nada, quiero dejar claro que yo no cumplo con el perfil de “abortadora de repetición”, y así me lo han hecho saber los ginecologos cada vez que he ido a consulta, con cara rara y extrañada como diciendo “pero tú que haces aquí?”.

Se considera abortadora de repetición a quien ha tenido 3 abortos seguidos, o 5 alternos..y yo no cumplo ninguno de esos dos requisitos (2 abortos alternos, en mi caso).

El caso es que al alta de mi segundo legrado en el hospital, la ginecologa me recomendó que me hiciera las pruebas por abortos recurrentes, y así lo he hecho, no sin tener que dar explicaciones al respecto, y tener que salvar algún que otro obstáculo.

Llegué primero a la consulta privada, tras la desesperación que supone esperar a la pública, y el gine me dijo que no me correspondían dichos analisis: coagulación, trombofilia y cariotipos. Pero que si me iba a quedar más tranquila, y si la gine del hospital me las había recomendado, que me las pedía. Y así fue. Una analitica en ayunas y a esperar los resultados.


Para mi sorpresa, y la del gine que me insistió en que no iba a parecer “nada”, en la primera analitica de coagulación sí salió algo, un positivo débil en el anticagulante lúpico, lo cual podía ser causante o no de mis abortos, aunque él me aseguraba que con dos hijos sanos, era casi imposible. Solo teniamos que repetir la analitica 6 semanas más tarde, para ver si el positivo persistía. Entonces me llamaron del público, tras casi dos largos meses después del legardo, y este gine me pidió una explicación de quien me había mandado alli, si yo no tenia “nada”.

 
Me hice la analitica y el miercoles pasado fui a por lo resultados, todo había salido bien (la repetición de la analitica en el privado también lo decia), y no me recomendaba nada, ni Adiro ni nada en especial, sólo me dio un consejo:
 “si quieres quedarte embarazada, quédate ya, la edad juega en tu contra”.
 
Además me dijo que si me quedaba, les llamase para decirle que era “abortadora” y me había quedado emnbarazada, y así me harían una primera ecografía en Alto Riesgo, para comprobar que todo marchaba bien. Eso, me dejó más tranquila, aunque salí de alli con una sensación muy extraña, supongo que porque me despacharon enseguida, la consulta no duró ni 3 minutos.


Mientras salia del hospital y cogia el movil para llamar a mi marido, un nudo empezó a subirme desde el pecho hasta la garganta, no sé si fue porque se me quedó grabada en la cabeza la palabra “abortadora”, o si fue porque me había llamado “vieja” para tener hijos, pero cuando mi marido deslcolgó apenas podia articular palabra.

 
-Pero, qué te pasa?-me dijo. Si deberías estar contenta, no te han sacado nada.

-Lo sé pero…tengo unas ganas inmensas de llorar.
Y todo el trayecto de vuelta al trabajo me lo pasé llorando, sin saber muy bien porque, pero eran lágrimas sanadoras, retenidas durante tres meses, lágrimas que casi abrasaban, pero lágrimas necesarias.



El punto cómico lo puso la petición de las pruebas de cariotipos para mi marido. Fuimos a la consulta de su médico de cabecera, con los dos niños. Conforme nos sentamos y mi marido dijo “cariotipos” el médico puso cara de “yo sé que tú hablas, pero no te entiendo nada” y me di cuenta que perdiamos el tiempo. Descolgó el telefono y habló con uno, con otro, preguntando por dicha prueba. A todo esto mis churumbeles no paraban quietos, corrian consulta para fuera, volvian a entrar, Lia se enganchaba de mi teta, se soltaba y vuelta a empezar.


El asombro del médico fue tal, que entre llamada se apartó el teléfono de la oreja para soltar:

-¿pero estos niños son vuestros?”

-si (respondimos al unísono, aunque me quedé con las ganas de contestar: no, los acabamos de recoger de un portal.)

-si quereis otro, yo os doy uno mio” soltó para terminar..y aunque podría habernos parecido grosero, nos hizo tanta gracia, que nos echamos a reir, los tres, sin parar.

Todo esto para decirnos que las pruebas no las podia pedir él, tenia que ser un urólogo o un médico internista, por lo que preferimos renunciar y pensar que con dos niños sanos, no podian haber problemas cromosómicos.

 Por mi cabeza pasan miedos de todo tipo, dudas, preocupaciones. Intento cuadrar las fechas para poder pasar un verano con los niños, para que todo sea “perfecto”, pero vuelvo enseguida a la realidad y me digo “para que hacer planes si en cualquier momento se pueden ir todos a la mierda?”
 
Este duelo esta siendo oscuro, pensé que con la primera regla a los 28 días post legrado, la recuperación iba a ser rápida, pero mentalmente ha sido lo contrario. Me he encerrado en casa, no hablo con nadie de este tema, solo veo pasar los dias, uno tras otro, y siento que puede conmigo esta espera. Ya tengo la luz verde de los ginecólogos, sin embargo algo me frena, algo me puede, y por momentos no me veo capaz de volver a estar embarazada, de volver a empezar y correr el riesgo de que se repita el aborto. No me veo capaz. Me he quedado bloqueada, estancada, paralizada.


A esto hay que sumarle el destino de mi marido, que sigue siendo Barcelona, y todo lo que ello supone: maletas, cambio de casa, despedidas, cabreos y lloros de mis hijos…y mucho más.

Tengo la sensación de que se ha abierto ante mi un bosque demasiado frondoso, lleno de sombras, que por momentos me veo incapaz de atravesar.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Y la historia se repite

Hoy me siento un poco más triste. Recuerdo lo ignorante que era al esperar con ilusión, el Concurso General de Méritos de la Policía, el primer año. Qué tonta me siento al recordarme, pero claro, la esperanza es lo último que se pierde, y para una recién casada madre primeriza, mucho más.

Hoy ha salido de nuevo el concurso, y ni siquiera me ha sorprendido, aunque si me ha decepcionado, mucho.

Toca volver a empezar, buscar de nuevo compañero de piso, despedirte de los agraciados que vuelven a casa, después del exilio. Tú tendrás que esperar, un año más, ( y ya van 5).

Hoy recojo del suelo los planes, las ilusiones, los sueños, y me los cargo en esta mochila, que cada día pesa más.

Hoy me siento un poco más triste, pero me aferro, como a un salvavidas, a aquella frase que dice:

" lo imposible sólo tarda un poco más "

Otro año en Barcelona, viviendo separados. Sobreviviendo.

viernes, 22 de abril de 2016

Mis bebés de verano

Mis bebés de verano duermen plácidamente en su hamaquita, cerca de la piscina.

Se despiertan por el alboroto de las risas y los juegos.

Se alegran al recibir besos pegajosos de sus hermanos de invierno.

Se acurrucan y toman tetita cogidos a mi bikini, tapados con mi pareo.

Mis bebés de verano reciben el calor de los rayos del sol, desde la sombra del cenador. Y se ponen contentos al verme llegar con un refresco.

Duermen en sus nubes de algodón, sueñan con recibir abrazos, de sus hermanos del hielo. Viven en la memoria de quien más les amó, cogidos a un corazón, que se paró en invierno.

A mis bebés de verano, que no pudieron quedarse, que esperábamos para el calor, pero se marcharon con el frío, y nos dejaron el miedo. Los veranos cada vez, son menos divertidos, desde que ya solo vivís en mis sueños. Os echo de menos. Os quiero.

sábado, 26 de marzo de 2016

No estoy preparada para un nuevo embarazo

Parece que por fin estoy tocando el suelo. Y es que este segundo aborto me ha devuelto a la realidad. Tras los primeros días post- legrado, tenía claro que tardaría unos meses en volver a buscar, primero porque estaba agotada tras el reposo, la desesperación y el triste final. Y segundo porque de buscar a la primera, el bebé nacería en pleno invierno, y eso era lo que, a toda costa, quería evitar. ( Parecerá una tontería, pero después de tener a Lia en la UCI, con neumonía y con solo 14 días, me prometí que no más bebés de invierno, que los niños son para el verano).

A pesar de esas buenas intenciones, algo se despertó en mí tras la llegada de la primera regla post-legrado. La de rojo aparecía 28 días clavados desde la intervención. Teniendo en cuenta que mis ciclos son de 31 días o más, me pareció súper temprano. Llegó y me volví loca, la rapidez de mi cuerpo para recuperarse me pareció una señal, ya estaba preparada!!. Me entraron las ansias, las prisas, investigué en foros y demás, y descubrí que muchas chicas habían buscado después de la primera regla, aconsejadas por su ginecólogo. Ya no me importaba que fuera de invierno, qué más da!! Si luego haces planes y todo sale mal, las cosas vienen cuando tienen que venir, no??.

Pero no, hoy me he dado cuenta que no. No estoy preparada. Ya no es tanto a nivel físico, que mi cuerpo se ha repuesto mucho antes de lo esperado ( en el anterior legrado la regla tardó más de 40 días en llegar), sino a nivel emocional, mi mente no da para más. La casa, el trabajo, los niños, un marido intermitente ( trabaja fuera y pasa tiempo sin estar en casa), y un largo etcétera que hace que no vea capaz de gestar un nuevo bebé. Últimamente me sorprendo chillando sin razón, perdiendo la paciencia enseguida, agotada, cabreada, superada. Y si a eso le sumamos que he vuelto a fumar ( si lo sé, muy mal), son demasiadas cosas en contra para lanzarme de cabeza, sin pensar, sin estar concienciada de lo que ello conlleva.

Además de eso, ni si quiera tengo los resultados de la analíticas, las pruebas de cariotipos y genética, y ni siquiera me ha dado luz verde mi gine.

No quiero ir con prisas, a lo loco, sin estar preparada, y que algo malo vuelva a pasar, aunque eso siempre estará ahí :( . Quiero vivir un embarazo consciente, sano, controlado y sobre todo que sea en mi momento, y éste todavía no lo es. Habrá que esperar.

Qué fácil es decirlo..verdad?

lunes, 14 de marzo de 2016

Mi segundo legrado {parte II}

Y me subí a la cama...enfadada conmigo misma y con el mundo(Conducta expectante, ja! Que risa! Pensé) y un chorro de cristalmina helada, en mis partes nobles, me devolvió a la realidad. Me pusieron los patucos y el gorro verde, y una minúscula sábana, del mismo color, para taparme.

Salí de allí y me despedí de mi marido, mientras le explicaban a donde debía de ir. Durante el recorrido hacia quirófano las lágrimas me volvieron a jugar una mala pasada. El celador me consoló diciendo que su mujer, tras tres abortos, tuvo una niña preciosa.

Y me dejó en la sala pre-quirófano. Vino un señor mayor con bata lila, me preguntó si estaba nerviosa, le dije que no. Se marchó. Pensé que sería el ginecólogo.

Entonces entró el anestesista. Un chico de treinta y largos, con ojos claros y pelo oscuro, muy amable, empezó a hacerme preguntas y a bromear..que si cuantos hijos tenía, que si estaba loca..me dio tranquilidad. Me hablaba con mucha dulzura, explicándome que era una sedación muy flojita y muy corta, ya que los legrados no suelen durar más de quince minutos. Al final me dijo que esperaba que la próxima vez que nos viéramos, fuese para ponerme la epidural... le comenté que con mi hija, decidí no ponérmela.

- y duele? Me pregunto.

- un poquito. Le respondí.

- Un poquito dice!! Estás loca.

Y salió de allí con una sonrisa. Me hizo reír.
Entonces otro celador, con la cara picada, algo mayor, entró para llevarme a quirófano. Me entró al primero que había, a la izquierda, intentaba recordar si era el mismo quirófano que la primera vez, pero mi memoria parpadeante no daba para tanto.

Allí habían varias personas, me pasaron a la camilla, sujeté como pude la diminuta sábana verde, para preservar la poca intimidad que me quedaba.

Entonces se volvió a acercar el señor mayor de la bata lila,

- es usted el ginecólogo? Le pregunté.

- No, pero soy igual de joven que él. Me contestó con una amplia sonrisa.

Y todos los que estaban allí se echaron a reír...que palo, pensé. El anestesista, que estaba detrás de mí me dijo:

- El ginecólogo es un chico bajito, con gafas de pasta, José Luis Coloma se llama, estará a punto de venir.

Intenté retener el nombre en mi cabeza, para poder buscar referencias en google, una vez pasado todo, pero al poco se me había olvidado..como dices que se llama? Le pregunté... José Luis Coloma..y lo repetí una y otra vez en mi cabeza..al poco ya estaba allí. 
Era el chico que se había sentado a mi lado en la sala de espera, preguntando mis antecedentes, mi historial...y además, ya sabía de qué me sonaba su cara!!! Era el gine que me hizo la primera eco de mi primer bebé estrella. El que me preguntó si era un embarazo deseado, y si yo era regular. 

Me sentí satisfecha por haberme acordado, en el embarazo de Lia no coincidí nunca con él.. Sólo me había atendido en mis embarazos que terminaron mal. Caprichos del destino.

Entonces se paró al lado de mis pies, y mientras se ponía la mascarilla, charlaba con los demás. El anestesista le comentaba que el marido de una compañera practicaba no sé qué deporte, que por lo visto a él le interesaba, se hacían bromas y preguntas,todo en valenciano.

Iban a empezar cuando el anestesista se dio cuenta de que tenía la vía rota, tenemos un problema...comentó. La enfermera y única mujer (además de servidora) que había en la habitación empezó a cogerme otra vía en la mano derecha.

Me preguntó lo que pesaba, el anestesista, le dije 62 y me contestó, igual que yo!! Me dio de nuevo la risa. No es que fuese robusto, pero sí era alto. Bueno, 61, que me noto flojo!! Y todos reían... Aquello parecía una tertulia entre amigos, más que una intervención quirúrgica, y yo me sentí tremendamente agradecida.

Mientras bromeaban sobre que tenía dos hijos, que era una valiente, y demás, me percaté de que todos estaban esperando ya a que me durmiera, todos a mi alrededor, el celador y el gine a mis pies, la enfermera y el enfermero de la bata lila, cada uno a un lado mío y el anestesista detrás.

- te diría que pienses en los niños para dormirte, pero con la lata que dan...

Volví a sonreír. Miraba aquel foco enorme justo encima de mía, intentando pensar en algo bonito, intentando hacer fuerza para no cerrar los ojos, para ver lo que aguantaba, pero una fuerza somnífera inmensa se apoderó de mí.

Desperté tras las típicas palabras:

Cecilia, despierta, despierta.

Ésta vez no me dio rabia que me 
despertasen, fue todo distinto, hice fuerza por mantener los ojos abiertos, y apenas llegué al "despertar" me mandaron enseguida a la habitación.

Todo había terminado, o según como se mirase, todo volvía a comenzar. Un capítulo más de mi vida, que cerraba, con ganas de empezar otro capítulo, pero con distinto final. Con final feliz.


lunes, 29 de febrero de 2016

Mi segundo legrado {parte I}

Estaba allí sentada, en ese potro que tan malos recuerdos me traía, y en el momento en que la ginecóloga introdujo el aparato lo supe. No decía nada, miraba y miraba. Yo la miraba a ella, pero ya conocía ese silencio, ese buscar con la mirada algo que no encontraría jamás: el latido.

Mi embarazo se paraba, una vez más. El dolor era el mismo, ese pinchazo que subía desde el estómago, esas lágrimas desbordándose por mis ojos, esas manos tapando mi rostro. Todo lo conocía ya.

Le propuse hacer en casa la conducta expectante, esperar a que fuera mi cuerpo el que expulsara al embrión, pero me terminó convenciendo para que no lo hiciera,me dijo que si me metía en fin de semana no habían gines en planta, que si ya hacía días que el embarazo se había parado, que para qué esperar más... Firmé el consentimiento para las pastillas y para el legrado, le comenté que quería evitarlo a toda costa, pero algo en mí me decía que terminaría volviendo a pasar por quirófano.

He de decir que el trato fue muy bueno, tenía un trauma con el primer legrado, la enfermera hablándome con malas maneras, que pusiera el culo así o asá O_O. El gine que me hizo el primer legrado ni me miró a la cara, ni me habló para nada...éste sin embargo se sentó a mi lado para preguntar sobre mi salud y antecedentes, y me hizo sentir humana y no un parte de trabajo más.

Ingresé al día siguiente, 17 de febrero, y otra gine me introdujo las pastillas, apenas me noté nada...pasadas 4 horas la siguiente dosis ya era oral...nada. Manchados más que sangrados, yo ya notaba que ésta vez la cosa iba mucho más despacio.

Pedí una pastilla para dormir, me dieron un Diazepan, ilusa de mí pensaba que pasaría la noche entre algodones, soñando con ovejas saltando por los montes...pero nada más lejos de la realidad.  Para mi sorpresa, me costó dormirme horrores, y cuando caí en un sueño medio decente, ahí estaba la alarma del móvil alertándome de la siguiente dosis de pastillas. 


Para colmo a las 4 de la madrugada ya debía estar en ayunas, por lo que las dos pastillas tenían que deshacerse en mi boca, debajo de mi legua, sin agua para aligerar...un ascazo total.

Sólo había tirado "algo" en la dosis de las 12 de la noche, y me dijeron que no eran restos, por lo que el legrado se me acercaba más y más.

La revisión del día 18 fue más pronto de lo que esperaba, sobre las 9 ya estaba en la sala de espera, con otra chica más, era su tercer aborto, no tenía hijos, había tirado bastante con las pastillas pero pensaba que quedarían restos todavía.

 Ella entró antes que yo, y cuando pasé a hacerme la eco me atendió el gine que atiende en las 20 semanas, me quedé mirando sutilmente a la enfermera, será ella? La misma que la otra vez? Por suerte para mi salud mental no lo era. Esta vez una amabilisima enfermera me trató con toda la dulzura del mundo. Me sentí aliviada.

En la eco se veía todo igual, la bolsita, el embrión, nada se había expulsado, ni siquiera desprendido. Esa fue la última vez que lo vi, ya sabía que el legrado era inminente, y mi mente se despidió de él mirando la pantalla.

Entonces volví a la sala de espera, y me asusté al ver salir a la otra chica en silla de ruedas

-qué te ha pasado? Le pregunté.

-Nada, he pedido otra dosis de pastillas, y me las han vuelto a poner por vía vaginal.

De ahí que estuviera sentada, para que no se salieran al caminar. De qué me sonaba esta chica?

El gine vino a hablar conmigo. Bajito, joven, con gafas de pasta. Primero pensaba que era el enfermero, pero más tarde descubrí que no.
Me hizo alguna pregunta sobre mi salud, alergias y demás, revisó mi historial varias veces, se me humedecieron los ojos cuando me preguntó por el anterior aborto (cómo podía haberme vuelto a pasar?) y me transmitió mucha paz. De qué me sonaba su cara?.

Me fui a la habitación enfurruñada. De nuevo un legrado. De nuevo la espera después de éste. Le dije a la enfermera de la planta que quería otra dosis de pastillas, que a la chica se las habían vuelto a poner. Me dijo que su caso no era como el mío, que ella si había expulsado restos, pero a mi las pastillas no me habían hecho efecto.
Mi marido levantó la voz y pidió hablar con el médico, le dije por favor que lo dejara..a quien quería engañar? Sabía que sería legrado desde que firmé el consentimiento, ya intuía que esto iba a pasar, contra quien quería ir? Contra el destino? No quería pelear más.

Apenas me senté en la cama cuando entraron dos enfermeras, para prepararme para quirófano... Ya?? Aún estaba haciéndome a la idea, cuando me pidieron que me desnudara y me tumbara en la cama.


Continuará...

miércoles, 17 de febrero de 2016

Tres años y un mes después

La historia se repite. El mismo viaje en carretera, la misma sala de espera, la misma habitación de ginecología, y la misma mala noticia: el embarazo no sigue adelante.

Si, el ciclo dos fue nuestro ciclo. Si, a pesar de las dudas nos lanzamos de cabeza. Si, estábamos locos de contentos, ilusionadisimos. Si, otra vez me quedé embarazada a la primera. Pero x desgracia la alegría nos ha durado un mes, justito.

El 17 de enero, día de San Anton, el TE x fin dio un claro positivo. Hoy, 17 de febrero escribo desde el hospital, diagnóstico: aborto diferido.

Un manchado me alertó de que algo pasaba, hacia apenas unos días que lo había visto, pequeñito, perfecto, latiendo como es debido...esta vez con el manchado no estaba todo perdido, el embrión seguía teniendo latido, pero un latido débil, que costó mucho encontrar.

Progesterona cada 12h y reposo absoluto. Lo tenía claro, iba a poner todo de mi parte, mi cuerpo, mi corazón, mi alma...pero no fue suficiente para salvarlo, para salvarnos.

El protocolo, el mismo, pastillas y si no se expulsa todo mañana habrá legrado. Tres años y un mes después me hayo llorando, como la primera vez, preguntándome por qué, como antaño.

Espero que vaya todo bien, que todo sea breve, que la despedida sea lo menos dolorosa posible. Seguiré informando.


martes, 26 de enero de 2016

Odio el mes de enero

Algo tiene este mes que no me gusta...pero nada de nada. Ya no sólo porque sea el mes más triste frío del año (aunque el frío no haya llegado este año todavía), es porque parece que con cada mes de enero que llega, una nueva desgracia se avecina.
 
Enero de 2013, embarazada de 9+2, (7+4 según ecografía), voy al baño y una mancha rosada impregna mi papel higiénico, no dudo en ir al hospital y la peor de mis sospechas se confirma. Mi bebé ha muerto dentro de mi. Al día siguiente me ingresan, y después de estar todo el día expulsando restos, al siguiente día un legrado termina de limpiarme por dentro. El trato del personal, sobre todo de la enfermera y el ginecólogo fue horrendo.
 
Enero de 2014, tras haber ido a urgencias varios días por la tos de Lía, decido ir de nuevo al hospital al haber dejado de mamar y pasar la noche sin apenas inmutarse por nada. No olvidaré la carrera de la pediatra a por el oxígeno, las llamadas a otros médicos y enfermeros, la cuna UCI donde se la llevaron, y el diagnóstico tan incierto que me dieron. Gracias a Dios, todo quedó en un susto tremendo y mi campeona se recuperó, dándome una elección de vida y superación.
 
Enero 2015, me dan una noticia terrible, una niña de unos meses menos que mi hijo, muere tras padecer metástasis por todo el cuerpo. Recuerdo llorar durante días y noches, sin quitarme su cara de la cabeza, sin poder conciliar el sueño. Esta es la entrada que le dediqué en su momento. Allí donde estés, descansa en paz.
 
Enero 2016, ingresan al hijo de un familiar de mi marido, tiene neumonía. Había pasado principio de neumonía solo unas semanas atrás, al no bajarle la fiebre con el antibiótico, y no dar con la solución al problema, piensan que hay algo más...y si que lo hay, se atragantó con una almendra en octubre, y un pequeño trozo de ésta, pasó a uno de los pulmones. Lo llevan a otro hospital, más grande, más preparado, tras cinco días de antibiótico, le introducen una cámara por los bronquios y quitan el trozo de almendra, pero al levantarla rompen una bolsa de pus que tenía debajo. El pus se extiende por el pulmón, el niño entra en parada cardiorrespiratoria....20 minutos después lo reaniman (20 minutos, clínicamente muerto). Está en la UCI, mejorando de su infección respiratoria, de los daños pulmonares, pero...ha sufrido lesión cerebral. Sólo tiene dos años, un mes más que mi hija, toda una vida truncada por delante, y todo un sufrimiento por vivir, de padres, hermanos, tios, abuelos...horrible, terrible, lamentable.
 
Sólo deseo que el daño sea mínimo, que sea reversible y se pueda "rehabilitar", que salga adelante y con su fortaleza nos de una lección a todos, de fortaleza, de lucha, de aferrarse a la vida, cuando ésta se pretende escapar.
 
Muchas veces me pregunto, ¿y si me toca a mi?, ¿y si un día me señala el destino, con su dedo largo y puntiagudo y me toca vivir algo similar? Como puede cambiar la vida en un segundo, en un momento, en un suspiro, y dejarte en ese estado en el que no desearías vivir más.
 
Ojalá no pasen nunca más estas cosas, no hayan más meses de enero tristes (ni Febrero, ni Marzo, ni...).Pero como parar el sufrimiento, la desgracia, cuando ésta va cogida de la mano de la vida.
 
Mes de enero, por favor, termina ya.
 
 

miércoles, 13 de enero de 2016

Hay estrellas que nunca dejarán de brillar {II}

No necesitaba un " aún eres joven ".
No necesitaba un " ya tendrás más ".
No necesitaba un " no quiero verte así".
No necesitaba un " mejor así si venía mal".

Yo sólo necesitaba llorar.