martes, 28 de octubre de 2014

La concilición, los horarios y la mala leche

Se me esta agriando el caracter. Sabia q volver a trabajar a tiempo completo no iba a sentarme nada bien, porque eso de salir de casa con tu hijo enrollado en una manta, en brazos, con la bolsa del taper, de la guarde, y las llaves del coche en la boca, a una le amarga la existencia irremediablemente.

Porque conciliar con dos niños muy pequeños, mientras tu marido se gana la vida a la otra punta de España, y tú sobrevives como buenamente puedes, deseando que los dias pasen y pasen y pasen, no puede ser bueno para la salud mental de nadie.

Porque me da que un dia voy a reventar, y mira que me aguanto, me aguanto de decirle a más de uno las cosas muy claras, pero claro no es plan de enfrentarme con la mano que me da de comer, aunque a veces muy gustosa le pegaria un buen bocado.

Y es que me siento al filo del precipicio, al borde del abismo y me da la sensación de que hay muchas manos deseando darme el empujoncito para que me caiga.

Lo siento, necesitaba desahogarme y acabo de escupir todo esto porque me parece una mierda el rollo de la conciliación, me parece una pantomima para pintar de colores lo más negro de la sociedad. Porque me siento vendida y desamparada ante un misero "tú te lo has buscado". Sí señores, yo me he buscado esto, pero que nadie intente restregarme por el fango.

Que nadie lo intente, porque saco mis uñas de gata.