jueves, 12 de junio de 2014

Y de repente todo se desmorona

Un dia te levantas y te das cuenta que el pie izquierdo quiere ir hacia un lado y el derecho hacia otro.
Una mañana miras a través del cristal de la oficina, y ves a la gente pasar, con sus compras, sus bolsos, sus móviles y sus prisas, y a la una te percatas de que se te ha olvidado almorzar.
Una tarde sales a que te de el aire, empujando a tus dos peques con el coche gemelar, sintiendote feliz, libre y liberada,  y de repente una lágrima te sorprende acariciando tu mejilla.
Una noche, después de los gritos, después de los llantos, al inicio del sueño, te quedas mirando al techo, en el silencio de la oscuridad y descubres que si, que pensabas que podias con todo, que todo marchaba bien, pero en realidad el mundo se ha venido abajo, sin saber bien como, todo se ha desmoronado.

martes, 3 de junio de 2014

¡Teta para todos!

Como si de una barra libre se tratase, mis tetas tienen el cartel de "open" colgado todo el dia.

Desde que nació Lia, la lactancia en tandem se me esta haciendo dura. Sergio cogió muchos celos de su hermana y me pedia teta a toda hora, minuto y segundo...era desquiciante, me daban ganas de tirarme por la ventana, o de apartarlo de un empujón, me sentía un par de tetas andantes, mi identidad se habia deshecho, "yo" ya no existia.

Más tarde descubrí, que el rechazo que sentia hacia mi hijo con el pecho, las ganas de esconderme cada vez que lo veia venir, el monstruo que nacia de mis entrañas tenia nombre, agitación del amamantamiento, y la estaba sintiendo a lo bestia.

La naturaleza, el animal que llevaba dentro me pedia destetar a mi hijo mayor, para atender al bebe, mas indefenso y mas necesitado de mi leche. Fueron meses dificiles, a los que se sumó el mal tiempo y por tanto estar en casa encerrada dia si dia también.

Intenté explicarle que su hermana no tenia dientes, que la mamá tenia pupa, que él era mayor, contaba hasta 10, y al final soltaba la teta o pedia menos, pero al rato otra vez. Su succión me daba tiricia, escalofrios, me provocaba rechazo...y cuando pensaba que ya no podria soportarlo mas, esa sensación fue a menos.

Sé que sigo teniendo agitación, pero en mucha menor medida, me las apaño mejor y todo es más llevadero, incluso hay momentos únicos, momentos en que la complicidad entre hermanos me deja sorprendida.

Hace unos dias, los dos mamando, Lia se soltó del pecho y miró a su hermano, éste se rió pícaramente, y ella le siguió, con una risa contagiosa que acabó pegandome a mi también. Y mientras reiamos y nos mirabamos los tres, comprendí que todo lo recorrido habia valido la pena, todo por ese momento, inolvidable, momento capaz de curarlo todo. Y sentí que podia ser feliz en tandem, que habia teta para todos.