jueves, 27 de junio de 2024

Crónica de mi parto soñado


 Lo conseguí. Un parto totalmente natural. Tan bestia y salvaje como el de mi segunda, al ser sin epidural, pero sin ninguna intervención, ni maniobra de Cristeller, ni oxitocina, ni rotura artificial de membranas. Un parto que solo cabía en los huecos de mi imaginación, pero que el destino me tenía preparado.

En la eco 20 me dijeron que tenía placenta previa y la estuvieron controlando. Al rededor de la semana 33 me dijeron que la seguía teniendo y que era muy difícil que cambiara, por lo que tendría que ser cesárea ( ya de paso podía hacerme la ligadura, si quería, en la misma intervención). Milagrosamente la placenta subió al final del embarazo, sobre la 36 o así y aunque tuve muchas dudas y miedos, tras haberme hecho a la idea de que sería cesárea, me centraba de nuevo en un parto, que esperaba al menos fuese sin epidural.

Rompí aguas, al igual que en mi primer parto, estando en la cama, era temprano, sobre las 7 de la mañana del 21 de julio de 2022, al girarme en la cama lo sentí, una pequeña cantidad de líquido salía. Está vez no tenía dudas, ya no era una madre primeriza.

Se lo comuniqué a mi marido que dormía plácidamente a mi lado, disfruté de mis últimos momentos en la cama como embarazada, aguantando unos minutos más, disfrutando de esa etapa que estaba a solo unas horas de cerrar.

Llamé a mi madre para que se quedara con los niños, me duché y esperé a que viniera. Al final ella también se vino conmigo y mi padre se hizo cargo de los 3 niños.

Estando en el hospital, en un box de maternidad, me pasó algo curioso y es que mientras oía como le decían al matron (en prácticas)que me atendía, que si estaba seguro de que era rotura de bolsa, la bolsa se rompió a lo bestia. Estaba sentada en una camilla y el líquido empezó a salir como un grifo abierto, era una pasada, se inundó la cama que tenía la espalda inclinada, era una forma que tuvo mi hija de decir, pues claro que es rotura de bolsa!!.

Me cambiaron sábanas, empacadores, y fregaron toda aquella inundación, y me mandaron a planta a esperar tener contracciones seguidas. Volví a paritorios sobre la 16h de la tarde, tras estar en habitación con pelota y notar como se intensificaba el dolor. Me dijeron que estaba verde todavía, me sentí ridícula, rompí a llorar, de forma muy suave para que no se diesen cuenta. Alguno se percató, sobre todo la celadora, que me dijo no entendía porque me volvían a mandar a planta. Me pareció muy tierno por su parte.


Había pedido, cuando me llevasen a paritorio, poder utilizar la piscina. Tenía suerte porque está libre esa sala! Sin embargo, tras consultarlo el matron en prácticas, Manuel, con demás matronas y personal, decidieron que no podía utilizar la piscina para partos, ya que era una “gran multipara” y corría riesgo de parir en el agua, algo para lo que no estaban preparados.


Después de resignarme a seguir en la habitación, comenzaron a doler más y más. Recordaba lo que me habían dicho sobre el parto cuando ya has tenido varios, las contracciones son más espaciadas en el tiempo, pero muy intensas. Así era, así lo percibía, y sobre las 15h volví a pedir que me llevasen a paritorio. Para no trasladarme con la camilla, vinieron los marrones a la habitación, y me hicieron el tacto allí. Sí, ya se consideraba parto activo (no recuerdo los centímetros) y me llevaban a mi sala de partos (La sala Atenea, se llamaba, que mejor nombre para esta batalla, que el de la diosa de la guerra).


Allí todo transcurrió deprisa pero lento, sensación extraña. Me transporté al planeta parto de forma distinta a otras veces, era más consciente, escuchaba los murmullos, los ruidos, lo sentía diferente.

Mi marido puso música ambiente, la lista de Hits acústicos de Soptyfive, y solo pude distinguir la canción “over the rainbow “ sonando en aquella sala…significaba tanto aquellas palabras, mi arcoíris, mi más allá del arco iris, estaba a punto de llegar.


Pedí las cuerdas para colgarme, la pelota, quería probarlo todo, me habían dejado sin piscina y quería probar cualquier cosa que me hiciese más llevadero el parto. Recuerdo retorcerme, arrugar las sábanas, gritar, desde dentro, desde las entrañas.. Fui al baño a intentar aliviar mi coxis sentada en el inodoro. Manuel vino, me dijo que podía sujetarme en él, me puse de pie, le cogí de los brazos, recuerdo lo musculoso que estaba. Era un joven alto y de buen ver, y yo estaba allí en mis peores condiciones…le dije qué se me salía, miró pero nada, era la sensación que tenía,”está muy cerca”, pero sentía que iba a desfallecer…volvieron a mi boca las palabras que siempre repetía en esa fase del parto “no puedo, no puedo” “me muero…”


Volví a pedir la epidural, como pasó con Lucas, me dijeron que estaba de 8cm que estaba muy avanzada, pero les dije que viniera el anestesista, casi suplicandolo. 

Al poco apareció un joven con cara redonda y gafas, todos los que me atendían eran más jóvenes que yo, me sentía algo desubicada. Me explicó que como estaba yendo tan rápida la dilatación no podía asegurarme que me hiciera efecto, porque tarda algo en apreciarse..que lo que yo decidiera, la matrona me dijo lo mismo…se quedaron mirándome “que hacemos?”


“Ok, sin epidural” pude decirles..y en ese instante, una lágrima resbaló por mi mejilla. Sabía a lo que me tenía que enfrentar, mis miedos, mis sombras, mi propio cuerpo luchaba contra mi mente. 


Las olas de contracciones llegaban, bloqueantes, descomunales, seguían siendo algo espaciadas, no recordaba ningún otro parto así, pero cuando llegaban, sentía que pasaba al otro mundo, que realmente me moría, que desfallecería en la siguiente ola. Pero no lo hacía, allí estaba en plena tormenta, aguantando el chaparrón, el huracán y el ciclón en el que estaba completamente inmersa.


Ya puedes empujar, empuja!!

No sentía los pujos como con Lía, que empujaba sola, pero sentía fuego, me quemo!!!

Empuja!! Vamos Tatiana!! Vamos Tatiana!!

No puedo!! Por favor, por favor!! 

Y ese gemido de animal herido se ponderó de mi.

Tuve que pujar de nuevo para que finalmente saliera su cabeza, un poco más y la tenía encima, sobre mi!! Mi cuarta!! Estaba en mis brazos! Con lo que había soñado con ella, era real? Seguía soñabado? Lo había conseguido, si.


Un parto natural, sin ninguna intervención, sin maniobras. Solo mi cuerpo y mi mente, solo Tatiana y yo. Había vencido al dolor, de nuevo. Lo había conseguido, mi hija pequeña me miraba, con esa mirada recién estrenada, con ese amor a primera vista, a última vista, a cualquier vista que tanto esperaba!


viernes, 25 de marzo de 2022

Más allá del arco iris





 No sabía cómo titular está entrada. No sabía cómo volver a escribir aquí. Tras cerrar, supuestamente la etapa del embarazo con mi última entrada, no sabía si retomar o no, si volver o no, pero la noticia que os voy a dar, merecía una entrada.


Estoy embarazada.


Según mis cuentas hago 22 semanas mañana, según el gine, las hice el martes.

He cruzado el ecuador de este último embarazo, y apenas hace días que lo saben familiares y amigos. Y es que era algo tan íntimo, tan mío, que me ha costado decirlo.


Me han confirmado por eco, que el bebé es una niña. Una hermanita pequeña para mis hijos. Una guinda para mi pastel, tan perfecta que a veces no creo que esto sea real. Un bebé de verano, yo! Que todos los bebés de verano que tuve en camino no se pudieron quedar. Ella es mucho más que un sueño hecho realidad.


Estoy feliz, mucho, aunque las noticias del mundo son para echarse a llorar, una nueva vida siempre es alegría y algo bonito.


Estoy deseando que todo vaya bien, y tenerla en mis brazos. No hemos decidido nombre todavía, me gustan varios y me cuesta mucho elegir uno.


Este embarazo ha llegado tras dos bioquímicos (un tipo de aborto que hasta la fecha no había tenido). Y tras muchos deseos de que llegara.


Que nostalgia volver a este rinconcito, volver a escribir aquí. A este espacio que abrí cuando sólo tenía un bebé regordete y proyectos de un hermanit@. Y qué alegría volver para escribiros esto. Porque, como dice la canción, "en algún lugar, más allá del arco iris, los cielos son *rosa*, y los sueños que te atreves a soñar, se hacen realidad.



domingo, 10 de marzo de 2019

El sueño que sí cumplí

Hacia mucho q no pasaba por aqui.

Seis años hizo el blog en enero. Seis años desde que iba a darle un hermanit@ a mi mayor, la cosa se truncó pero volví a la carga de nuevo.

Debía de tener claro que conseguiría mi sueño, porque es el titulo que elegí para el blog. Y lo cumplí. Llegó la segunda a los 21 meses y 9 diasdel mayor, y el tercero, 4 años y 3 meses desde que nació la mediana.

Y por en medio muchos sueños, mucha ilusión, muchos test de embarazo y de ovulación, de los que conservo bastantes.
Mucha ansiedad también, muchas ganas. 3 abortos, 3 legrados, 3 estrellas en el cielo que me hacen levantar la mirada de noche, para buscarlas.

Y lo logré, quería tener 3 hijos, y aquí los tengo. No fue sencillo ni como esperaba, pero la vida es eso y estoy en mi mejor etapa.

Tengo mucha más seguridad ahora que cuando tenia uno o dos. Soy más calmada y empatizo más con ellos, me siento más involucrada.

La experiencia es un grado, dicen, y en la maternidad es como tener matricula de honor y doctorado. Una pasada.

Ya no he vuelto a quedarme a dormir en casa de mi madre. Me las apaño muy bien con los 3 sola en casa. No es un camino de rosas, pero estamos bastante compenetrados y disfrutamos compartiendo momentos, que antes me solían agobiar.

Se llama paz, y me costó muchas tormentas encontrarla.

Soy feliz, exhusta pero feliz. Hoy, puedo decir,
que la maternidad es el sueño que sí cumplí.


miércoles, 5 de septiembre de 2018

La trimaternidad

Me ha costado escribir esto, no por nada en especial, sino porqué ser madre de 3 a tiempo completo es una tarea dura y sobre todo entretenida.

Lucas ha llegado a esta casa para ponerlo todo "patas arriba", y es que los mayores ya eran mayorcitos, tenian sus rutinas, se portaban más o menos bien y sabían cual era su lugar.

Ahora hemos reorganizado todo eso. El mayor está en plan rebelde, la mediana está en plan "pequeña" y en muchos aspectos creo que hemos ido para atrás.

Pero soy feliz. Este verano, estando 24h al dia con ellos será imposible de olvidar( y tb de revivir). Un verano lleno de todo, playa, piscina, hotel, apartamento. Mucho campo y muchos juegos, muchas pelis y muchos cuentos. Por no hablar de los helados que nos han salido hasta por las orejas!!!

El verano de mi vida, con muchos días sola con los 3, porque como sabeis las que me seguís de hace tiempo, mi marido trabaja a 500 km de casa.

Un verano para volverse loca, para no parar. De acostarnos a las tantas, de despertarnos a las mil. De no hacer nada y hacer de todo, de aburrirnos como ostras y enfadarnos sin parar. De tirarnos de los pelos, de besarnos y abrazarnos y de desconectar.

Dentro de un mes volveré al trabajo...y me entra esa sensación de ansiedad, de no poder con todo, de ir desbordada y malhumorada a todas partes...espero saber acostumbrarme, espero poder llevarlo todo y sobre todo espero poder seguir disfrutando asi de mi familia, de mi más valioso tesoro.

Y todo esto puedo contar de momento sobre la trimaternidad :) ¿alguna trimadre que me quiera aconsejar?





lunes, 28 de mayo de 2018

Crónica de mi último parto (II)

Y así, entre contracciones, pelota, las noticias y las vistas desde mi ventana, iba pasando la mañana. Recuerdo que a veces me daba por llorar, no podia evitar sentir ese miedo al dolor, un dolor que ya conocía y que me aterraba al mismo tiempo que me apasionaba.

Que contradictoria me sentía, por un lado queria que pasara ya, por otro quería parar el tiempo, disfrutar de mis últimos momentos embarazada. Abrazarme a esa barriga que no volveria a tener más.

Ante el poco ritno que llevaban las contraciones la matrona me dijo si queria una ayudita, y me dejé hacer la maniobra de hamilton. Aunque he de decir que en el momento me metió la mano me dio una contracción que vi las estrellas, por lo que solo me despegó la bolsa por un lado, por el otro "no le deje".

Mi amiga entró y me dijo que me iba a llevar otra matrona, otra que ella conocía y que le encantaba, que promovia el parto natural. Entró y se presento, Lirios, al igual que la otra era joven y muy mona. Me estuvo explicando procesos del parto de como avanzaba, ya estaba de unos 5 cm y la cosa seguia con calma.

Sobre las 10 me aconsejó que entrase en la ducha y dejase correr el agua caliente en mis riñones. La verdad que ya picaban bastante y eso me ayudaria a llevar mejor las contracciones y a dilatar. Asi estuve como media hora...hasta que me empecé a sentir incómoda por una sensación como de ir al baño.

La matrona me hizo un tacto estando en la ducha y me dijo que estaba de 6 cm largos casi 7 y que me iba a escuchar en la siguiente contracción, a ver si por los sonidos que hacia interpretaba que tenia ganas de empujar.( Me pareció que tenia un nivel de conocimiento brutal).

Las contracciones ya eran insoportables, y mis quejidos se hacían cada vez más grandes. Asi que decidieron bajarme a paritorio.

No sé como me subieron a la camilla, pero una vez arriba solo podia ir de lado y cogida a los hierros de la cama. Recuerdo como pasaba por el pasillo, como me entraron al ascensor y como justo antes de entrar me sacaron la pulsera que siempre llevaba de la virgen del Pilar, y se la puso mi marido.

El anestesista preguntó y alguien le dijo, no, no quiere epidural.

Y llegué a ese quirófano de partos, con la camilla totalmente recostada y una especie de cuna con luces a un lado.

Yo me puse de pie y lo iba llevando..las contracciones no eran demasiado seguidas pero cuando venian veia las estrellas y más allá. De hecho cuando me daban decia "no puedo, no puedo" y mi amiga me decia " claro que puedes, pudiste con Lia".

Pero mi cabeza estaba en otro lado. El miedo me habia absorbido y el dolor me abrazaba coml nunca. Estaba asustada y paralizada. La matrona me hizo otro tacto, eran sobre las 12 y estaba de 6 cm largos casi 7. Habia pasado una hora y media y seguia dilatada de los mismos cm. Ahí me vine abajo.

Lirios tuvo que subir a planta a hablar con una paciente..y entonces me dio una contracción que me dejó bloqueada. Se me paralizó el cuerpo de cintura para abajo, el dolor era inexplicable y lo sentia distinto a mi anterior parto o al menos así no lo recordaba. Y entonces me derrumbé y supliqué por la epidural. Sabia que era el limite para ponermela y que no queria sufrir más, aunque al mismo tiempo sabia que me iba a arrepentir. Que sentimientos tan contradictorios.

Mi amiga cambió la cara "seguro?"..y pensé que ya sabia lo que era parir sin epidural y que si llevana hora y media sin dilatar nada..no podía estar asi mucho tiempo más...

La matrona se sorprendió cuando volvió. Después de hablar sobre el parto natural , sobre lo bueno que era, de decirle que no queria nada..tanto a ella como al gine..como a todo el mundo...ahí estaba el anestesista, que aunque le habian dicho que no..tuvo que entrar.

La matrona me abrazaba para sujetarme y en ese momento me sentí culpable..hubiese dicho que no de nuevo..pero ya tenia el cateter puesto y la idea de no sufrir me calmaba. Y terminó el dolor. Me pusieron oxitocina, estaba de 8, pero me dijo que con los dedos me podia pasar a 10, asi que avisaron a mi gine.

Y mientras hablaban de sus cosas, me subian las piernas al potro y demás, me sentia tranquila pero no en paz...sabia que no era el parto que quería, que me estaba fallando a mi misma, que no iba a sentir todo lo que sentí con mi hija.

El gine entró, me dio tranquilidad, me exploró, habló con la matrona y dijo..este niño va a salir en 3 minutos.

Creo que ni llegó a eso. Sin ton ni son, sin darme oportunidad cogió la ventosa (el kiwi). Sólo puje una sola vez sin ventosa, y ya dedujo que no sabía empujar..así, con ventosa, en no más de 4 pujos nació mi hijo.

"Cogelo, cogelo" me decian, y estiré los brazos como pude, ya que la epidural me tenia completamente drogada e ida. Y me puse a mi hijo en el pecho. Como lloraba, sus hermanos gruñieron pero no lloraban así. Era un llanto vivo, escandaloso. Nada más verlo supe que tenia menos pelo que sus hermanos al nacer.

Se lo llevaron a la especie de cuna para hacerle varias pruebas, pesarlo e inyectarle la vitamina k. Lo miraba y lo miraba y solo podia pensar " que bonito", tan pequeño, tan perfecto.

Y así transcurrió mi último parto, el que queria que fuese natural. Con Hamilton, rotura de bolsa por la matrona (ya en la camilla, tras la epidural), oxitocina sintética, epidural y por si fuera poco también instrumental.

Me costó dias asumirlo. Lloraba sin motivo al ver a mi hijo. Ya en la habitación descubrí un enorme bulto en la cabeza provocado por el kiwi y me entristecia más. En los videos que grabó mi amiga y mi marido me veo completamente drogada por la epidural, no me reconozco ni me gusta verme, pero al final he aprendido a aceptar que soy debil e insegura como cualquier ser humano y que me equivoqué tomando las decisiones que tomé, pero que tengo que ser feliz con lo que tengo y superarlo.

Mi bebe precioso esta sano, el bulto desapareció al dia siguiente y siento que por fin mi familia esta completa, no puedo pedir nada más.

Al final, como una vez me dijo mi tia, la clave para ser feliz es tan sencilla como darle a una tecla del ordenador; aceptar, aceptar, aceptar.


miércoles, 16 de mayo de 2018

Crónica de mi último parto

No me decidia a escribir esta entrada. Y es que relatar mi último parto, (por que es el último que he tenido y que tendré), me genera una sensación agridulce. Por un lado la alegria de abrazar por fin a mi hijo, de culminar un embarazo deseadisimo, que costó tanto en llegar, y por otro lado, la rabia de que las cosas no salieran como habia imaginado.

No sé por donde empezar. Quizá por la noche del 14 de marzo. El dia 13 fue el cumpleaños de mi hijo mayor, y el dia que vino mi marido de Bcn, para quedarse 3 semanas. Esa noche, en la madrugada del 13 al 14, empecé a notar contracciones.

Aunque eran leves, las sentia bastante seguidas, lo que me hizo descargarme una app para el movil que contaba las contracciones y su duración. En la tercera o cuarta contracción la app ya me decia que me fuese al hospital ..XD..y aunque sabia q era pronto para eso, sentia que la cosa iria a más.

Estuve más de dos horas con las contracciones, cada 3, 5, y 7 minutos, me levantaba de la cama, me acostaba, dudaba si darme una ducha o llamar a mi madre, ambas cosas me daban pereza ya que eran las 2 de la madrugada...pero mi marido insistia en que intentase dormir y descansase.. Pensé que no podria, pero tras dar varias vueltas, me dormí.

Me desperté por la mañana sin rastro de contracciones. No me lo podia creer...se habia parado, cuando estaba convencida de que habia llegado el dia.

Ese dia tenia monitores. Y tras reflejarse alguna contracción, la gine me dijo que estaba dilatada de 2cm y el cervix se estaba centrando. Yo ya me conocia eso de estar de 2 cm, y sabia que no significa mucho..y menos aun para una multipara.

La gine me dijo q estaba favorable para la inducción, si asi lo queria, pero q no me lo recomendaba, porque los terceros suelen tardar en bajar..q era mejor q el parto fuese cuando el bebé estuviese preparado. Yo de todas formas, no queria inducirlo ni nada parecido.

Asi que esperé, llegué a casa más fresca que una lechuga. Y esa noche ni contracciones ni nada.

Y asi estuve toda una semana, hasta que la siguiente madrugada de martes a miercoles, volvieron las contracciones que "picaban". Y esta vez, no sé si por la continuidad o por la intensidad, supe que si, habia llegado el dia. Desde las 4 que comenzaron hasta las 5 me quedé en la cama aguantando..me levanté al baño y me volvía a acostar, hasta que las noté tan seguidas que decidí que teniamos que marcharnos ya ( ilusa de mi)

Avisé a mi marido, que dormia con mi hijo que tenia varicela ( eso es para contar en otra entrada a parte), y llame a mis padres sobre las 5 de la mañana.

A las 6 llegamos al hospital y como suele pasar las contracciones habian perdido intensidad. Una amiga, que trabaja en la clinica que di a luz, estaba alli trabajando de noche. La saludé y me acompañó a una salita, alli me exploro la matrona, que me dijo que seguia de 2cm y verde todavia ( noooo). Me dijo que me ingresaba solo porque pertenecia a otro gine y asi él me daria un vistazo por la mañana. Que bajón.

Pasé a la habitación y me acomodé con la pelota, movía con ella las caderas, hacia delante y hacia atrás, tal y como había aprendido en las clases de preparación, a ver si la cosa se animaba.

A las 8 pasó la matrona del equipo de mi gine, Cristina, y me exploró..estaba de 3cm, la cosa parecia que iba para largo..y eso que habia sacado a mis padres de la cama a las 5 de la mañana. Me agobiaba pensar que todo fuese lento, pero las contracciones eran llevaderas y me daban tiempo a descansar entre ellas. Miraba el monitor y la intensidad no subia de 40 o 50..recuerdo con Lia que ni se registraban en la máquina. Que distinto tener la oxitocina a no tenerla...

CONTINUARÁ..


miércoles, 28 de marzo de 2018

Mi arco iris tras el huracan

Ya esta aqui Lucas. Nació hace una semana, el 21/03/2018 a las 13:10 horas.

Qué puedo decir? Que soy muy feliz, que Lucas es muy bueno, comer y dormir y que en nuestra casa se respira aires de bebe y niños que me hacen sentir como nunca.

No todo es color rosa, el parto fue extraño. No como esperaba o habia soñado, pero eso lo contaré en otro post, con más detalle.

Solo han pasado 7 dias y ya echo de menos la barriga. Y es que estar embarazada es lo mejor del mundo. Ya me proclamé hace un tiempo adicta al embarazo y sigo pensando lo mismo. Que nostalgia pensar que no habrá ningún embarazo más.

Lucas, mi bebe de primavera, mi niño pequeñito, mi arco iris tras el huracan.